miércoles, noviembre 29, 2006

Ella entro a la habitacion, deshabitada y oscura, ella y al habitacion, la habitacion era una vida, y No digas nada es una vanguardia.
Se robo unos cuantos papeles, un disco y una tira de colores.
se marcho y no cerro bien.
Que sera de mi?

domingo, noviembre 19, 2006

El loco que se miro al espejo

Verdaderamente horrible resulta esa sensación, mirar al espejo y hallar a una persona un tanto extraña e insoportable, con sus ojos grandes que analizan todo tu cuerpo y todo tu saber, parece que supiera lo que estas pensando, el se ve tan normal, luce como acostumbrado a estar allí metido, nunca se le ve ausente, y es verdad! la persona del espejo nuca se ausenta, siempre esta hay. Yo nunca pude ir detrás del espejo y hablarle, sin embargo si pude hablarle, pero ella ya sabia lo que le iba a decir. En cierta ocasión le pregunte como hacia para caber el con tantas mesas y cosas en un cuadrado tan pequeño, curiosamente el me pregunto lo mismo y en el mismo momento, cosa que me asombro porque yo no vivía en un cuadrado, justamente en el mismo momento, digo justamente, porque tenia cara de ser un tipo muy justo, no deshonesto. Sentí por un momento que me iba a responder, y esperando su respuesta, muy ansioso, vi entrar a mi vida a un profesor que me dijo que eso era yo, que me arruino todas las respuestas que había dado a preguntas que se me ocurrían, me obligo a escribir en cuadernos, a leer libros que yo no quería leer, a decir cosas que yo no quería decir, a ver lógicas que mataron muchas cosas en mi, me enseño sobre reflejos, luces, guerras y varias cosas de esas que uno olvida después de ser educado, me daño muchas de las cosas que me sorprendían, y volvió la risa una falta. Después de que mi profesor mato a la persona del espejo, y la convirtió en un suceso normal, en una estrella que nunca brilla, en un maestro que sigue viviendo porque aun no han ido a matar. Fue entonces cuando mi pregunta y mi amigo se perdieron en la madurez, y deje de asombrarme por el, que cabía en un cuadrado con todas sus mesas y cosas, el, que vivía en un espejo.
Sin embargo, digo sin embargo porque no estaba embargado, aunque si estaba encargado, estaba encargado de cómo vivir, pero de eso ya me “desencargue”; sin embargo, después de muerto mi amigo del espejo, un día, un día como muchos de los otros días, lo vi! No lo vi exactamente a el, sino que me acorde de el, entonces me pregunte si seria verdad eso que algún día imagine pero que ya había vuelto a recordar, o eso que me enseñaron que ya no me acordaba. Encontré a alguien en el espejo, no supe inmediatamente si era el, aunque su rostro se me hacia extrañamente familiar, decidí bien comprobar si ese era yo, conclusión a la cual llegue después de haber pagado para ser enseñado; o si ese era aun mi amigo, que ya lucia diferente, había crecido algo, valga la reabundancia, no digo redundancia porque no estoy diciendo nada, sino que estoy escribiendo.
En fin, cuando decidí comprobar si mi amigo seguía allí, o si ese no existía, pensé en levantar mi mano derecha, según lo que había aprendido, el debía levantar también su mano derecha, espere a ver que hacia, y me he llevado una grata sorpresa!
El hombre del espejo no levanto su mano derecha! No lo hizo! No levanto su mano derecha, esta completamente decretado que si se levanta solamente la mano derecha, el hombre del espejo no levantara la mano derecha.
Fue así como me di cuenta de que el existía, y que seguía allí, desde ese día, nunca se ha vuelto el a ausentar, sigue viviendo feliz en su cuadrado, a veces hablamos, pero ya no habla tanto conmigo como antes, se le ve como aburrido, ya no sonríe tanto, pero sigue allí, tan humano, tan real, tan absurdo, tan justo, el sigue allí, y siempre que miro al espejo el esta, pareciera que nunca se marchara de aquel lugar.


Dame Sensaciones, Razones De Vida