jueves, octubre 20, 2011

Rojo

Muy inocentemente jugueteó con el arpa, la acarició mientras escuchaba su respiración, sus latidos, sus estados, quería algo concreto de ella, encontró que la vibración de las cuerdas se direccionaba permanentemente a oídos de niños sordos y ricos, con lo poco sordos que pueden ser los niños ricos, su alegre juerga fue percibida por otros más rubios que el, al principio, ironizaron, crueles, pero después sintieron envidia, se sintieron invadidos de remordimientos, de incapacidades, de tendencias envejecedoras, entonces no le gritaron, no le humillaron ni le ofendieron, al contrario, le atacaron con un arma más destructiva, le alimentaron, le dieron leche tibia y lo estimaron, le hicieron crecer y creer que podía conquistar algo, que las cosas podían pertenecerle, que nadie podía evitarle pretender siempre más de lo que poseía, le hicieron sentir como a un Dios, inalcanzable, con cada halago su orgullo se elevaba hasta lo más alto, se confundía, sintiose él como en la cima del mundo, alejado para siempre de las multitudes, de sus multitudes, se sintió capaz de entregarles la constitución de su gloria, de su grandeza y de su mentira, se sintió omnipotente y eterno para desconfiar, para dudar y para caminar más lejos.
Esa noche, que tenía colgado cielo azul, despejado, caminó a orillas del río por la arena, más allá de donde podían escucharse los ruidos de los demás, caminó hasta que se sintió caminando en secreto con la noche, se humedecieron sus pies descalzos, agradable, todo dormía, todo era relajada respiración, todo arena, tocó algunas cuerdas, las escuchó vibrar, aletear, revolotearse a un estímulo del mundo hostil, sensibles al tacto, a la desgracia, a las rupturas, sin detenerse, tuvo miedo de seguir tocando y eso despojó de toda piedad su melodía, entregado por completo, desvanecido en sonido al aire, siguió suicidándose de cualquier cordura, de cualquier verdad, ¿donde podrían hallar los ángeles la libertad más que en la música? niña hermosa, el pecado de la carne y el calor del movimiento, ríe y llora pero no siente vergüenza, sonríe pero al hacerlo enfrenta, confronta y ora incrédula. Tocó hasta la madrugada, su música fue para la luna, para el silencio, para las aguas del río que vibraban con la suya, su noche. Las luces del día derramaron la ultima nota.
Termina el sexo.
momento reflexivo en el cual se racionaliza el placer y se genera la adicción a todo.
Con la mañana, y el arpa caliente de tirarse en la noche al río, vino el reflejo
de su cara
en el agua
sus cabellos
su propia luz
su belleza
su rastros de perfección
su despreocupación
fue la primera revolución instantánea.
Cuando volvió, ya nada podía ser igual, miraba fijo a los ojos, como duro, como castigando a quien tiene miedo, no saludaba, no comía si no quería, andaba pensando en que todos lo miraban, no le preocupó, andaba solo pero perseguido, entre las verdes ramas de olivo, las consentía, se aferrabá a ellos porque los demás lo acechaban, lo medían, le preguntaban en que estaba metido, le decían que estaba consumido.

consumado
Fue su pecado la vanidad.
Por ella supo que era más grande que Dios.
por ella enfrenta, pelea.
mata

sentía que lo aterraba cualquier orden, cualquier sistema, cualquier serie, cualquier repteción, cualquier pequeño síntoma de monotonía, sentía repulsión por ese lugar.
por eso el destierro pareció un consuelo a su insolencia

pero fue una maldita liberación
la altanería de los que no se conforman
de los que no creen en nadie
más que en nosotros mismos.
tan vivos y sanos
rodando hasta abajo
cantando

en el lugar del mundo donde la música nunca termina
porque es de noche
eternamente
sobre el tablón del infierno
alentando al más grande
¿sabrá más el diablo?
porque no envejece.

todos lo envidian
inocentemente.

miércoles, octubre 19, 2011

amores que matan

Andaba por el pasillo y al caminar parecía estar era cayendo, pero no caía en aguda desesperación, no era la suya una caída para el escándalo, nadie pudo percibirla, caía húmedo y solo, como aburrido, desanimado.
Era de tarde pero en esta ciudad parece de noche muy temprano y la noche dura muy poco, no abarca plenamente la madrugada, la noche fría de los que no duermen sino que tiritan, a los que les traquetean lo dientes. él no quería dormir esta noche ni ninguna, quería seguir cayendo pero al caer se le hacían mas grandes en la cara las ojeras, y el desgano, y todo.
Es tiempo de relajarse después de haber cumplido en el trabajo.
El que produce, descansa.
exige.
Echarse a leer cualquier cosa ahora resulta justo, comer, fornicar, fumar un poco, porqué no, no dormir para no recordar los sueños y que no me persigan, en medio de la gritería, del alboroto, todos juntos, gritando y corriendo atrás de mí, sometiéndome a huir, a tener miedo, a morderme con rabia las muelas, los remordimientos, los escapes, las otras personas, apretar dormido la mandíbula, apretar los rencores, las venganzas que aún no se cometen, apretarla con toda mi fuerza hasta reventar con la cabeza roja y dura y llenas de venas y no estoy dormido estoy despierto y aprieto mientras caigo por el pasillo de rodillas hasta una puerta y hago más fuerza, haz más fuerza, aprieta, no cedas, puja, aunque tengas que dejar de respirar, puja y grita, lleno de ira pura y parecía que su boca fuera a estallar, supo buscar en todo su cuerpo muerto antes de encontrar una llave, supo dar fuego a la gasolina de su ira un poco con torpeza otro con represiones y trituró más sus muelas, penetró la cerradura como poseído de una furia tremenda. Al abrir la puerta, al subir la escalera como padeciendo los pasos, irguiéndose a cada peldaño con el orgullo de quien es esclavo, y tener que romperse los dedos contra otra llave, lo invadieron los límites y salieron agolpados todos por su boca.
¡Puta! - fue lo que gritó.
Desgracia total y contundente con forma de mujer, tras la puerta cerrada, acurrucada contra la cuna, cantando, sonriendo con esos ojitos cafés como de gata.
lágrimas
¿Hacia donde me dirige esta terquedad al escribir, esta inorganicidad, este afán?
me pregunto si soy osado en creer que esto es basura, esta poesia de colegio, para mi profesora Bertha que no entiende que yo no puedo estarme quieto es porque los demás me pegan y me molestan y a mi me da miedo y por eso yo aprieto y me siento un hombre correcto, o mas bien, en corrección, que camina y tropieza hasta la puerta de su casa.
A un lugar cerrado y lleno de luz, a un punto huérfano.
Indudablemente, gracias a mi mediocridad, el único adjetivo que me atrevo a conferir, entró y miró hacía la cocina, pero pudó su deseo más que su apetito, permaneció todo el tiempo del mundo en silencio, mirándola a los ojos, midiéndola, templándola.
ella sollozaba, no ignoraba sus excesos, sus máximos resquicios, su ofender duro, su boca seca.
Él la golpeó en la cara con la palma abierta, para quemarla, como sintiendo su piel, como acariciándola, y ella dejo de llorar, el se detuvó, algo en ese instante acrecentó su angustia, su hambre, su vicio, no resulta pertinente que la mujer no llore cuando se le castiga, eso le causó como una insatisfacción, como alguna insuficiente sensación de dominio, de hombría, de temple sexual.
y le pego con los nudillos tensionados
calma su placer la sangre que vomita el reventar de su puño contra la muchacha
¿para que un arma?
¿para que desconectar el estímulo de la piel contra el dolor?
pero ella no derramó una lágrima más, ardía su rostro con el calor de quien permanece en pie entre su sangre helada.
cuando él miró la cuna, supo que ella la salvo.
¡Puta! - le gritó nuevamente y quizo romperle la cara, desfigurarla, no matarla sino dejarla en permamente padecimiento, quizo lascerarla lo que le quedaba de vida.
querer es poder
ella no lloro hasta que cayó dormida, como en secreto.
como susurrando su desgracio
supo que ese era el precio que pagaba por haber vivido, su martirio.
supo que ese era el amor verdadero.

lunes, octubre 17, 2011

Leeme

Otra novela reposa en su regazo, el peso de su solapa, el de cada una de sus letras, el del nombre de su autor y lo que este desencadena en la memoria colectiva, el peso de sus páginas y sus heridas es ahora tambien su peso, su propio peso, es parte el libro de la atracción que lo enraiza con la tierra, parte de la fuerza que lo sostiene al suelo y le impide salir en fuga iracunda contra el cielo. Sus ojos roban impresiones de luz a la portada, algo en él las convierte en sensaciones, las asocia y pesca recuerdos, sienten sus manos el grosor del libro, juega a pasar rapidamente las hojas, a abanicar el mundo afuera del texto con forma de naipe, juega a echarse el viento de las hojas en la cara, en algún instante en que las páginas caen de un lado al otro, mete su nariz en medio de las hojas que se agitan, justo en esa pagina se detiene como hurgando, como ingiriendo algo prohibido y pasa a la siguiente, pero algo le resulta placentero, como para estimularse pasa una página más y su cuerpo sucumbe en el sibarítico placer de pasar las hojas desordenadamente, no como siguiendo reglas, como quebrantandolas, y sigue pasando las paginas en desorden, las frases al pasar le escupen palabras, se permite leer velozmente algunas letras que por azar o no revientan contra sus ojos en los pequeños momentos en que las palabras salen a gritos del libro, como siendo vomitadas antes de que las axfisie la otra pagina que se abalanza contra ellas, lucha a muerte la de las palabras por escapar, por untarlo de su suciedad, su limpieza cotidiana es ahora una mancha de contradicciones y él se lleva el libro a la boca, lo saborea, chupa la solapa, muerde sus hojas y humedece parrafos con su saliva. Algunos libros son amantes mortales que te succionan. Alguna página corto su lengua, antes de sangrar, antes de que algo en él conviertiera su piel en ardor, en dolor punzante y desesperado, antes del agudo estallido de sus nervios violados, sintió su historia entrelazada con la historia del libro sangrado y con la otra historia que este contiene, se sintió percibido, como si alguien de repente le odiara a muerte, como si alguien le hubiera perseguido durante siglos hasta este momento de tenaz encuentro, como si alguien lo contuviera, el libro cayó al piso y permaneció cerrado como haciendo silencio, no tuvo otra salida, resignado a ser leido por algo que él pretendía leer, a ser visto y hurtado antes de poder ver al otro, al ladrón, al asesino que carga con su cuerpo muerto, con su lucha y con su dolor, con su crimen que tambien a él lo aprisiona.
Sienten sus palabras el grosor del hombre.

viernes, octubre 14, 2011

joder

hemos llegado caminando, hemos llegado otra vez al límite, ha venido a nosotros la necesidad de mentir. quien miente roba. quien roba siente contradictorias cosas, come y caza pero es marginado, quien roba mata por que no se puede acercar a los demás y trabajar con ellos. quien roba teme, quien miente tiene miedo de temer.
¿pero acaso quien puede venir y decirte la verdad en la cara?
eres de noche todo el tiempo
anulas esa terquedad mía por refugiarme
me confrontas
me profanas
me golpeas
y yo que creía tanto en mí.
nadie miente
nadie más que los que creen que dicen la verdad.
y yo que creí que deje de creerme tanto.
joder
fue tortuoso, doloroso
la garganta se cerraba
como que ardía
y el tiempo pasaba lento lento
las lágrimas se fueron acumulando contra las pestañas, se fueron escurriendo por la nariz hasta el cachete
daddy you´re a fool to cry
no hubo nada más difícil que retenerse
para no llorar despiadadamente
y regarme en llanto ahogado sobre el escritorio
contra la ventana de inmigración
aeropuertos y charcos
puertas cerradas que debo abrir
con mi pulso
con mi fuerzo
con mi impulso
y que él
me abrazara
como papá
porque papá quizo irse
a lo mejor se canso
a lo mejor tuvo miedo
pero se fue
fue a refugiarse en papá
se despidió
me enseñó que uno debe ponerse por encima de los demás
me enseñó que debe uno aferrarse a su trabajo asi lo odie.
me enseñó a perseverar.
me enseñó que la felicidad es poder comprar las cosas
y ahora me devuelvo
sin resentimientos claro
pues el a mi nunca me pegó
pero si a mi hermano
y no lo escucha
como nora a diana
pero yo no quiero que vean que lloro
yo a la larga no quiero conocer a nadie
no quiero compartir nada
quiero ser un egoista mentiroso
quiero salir de eterno viaje
a lugares que me alejen de sus enseñanzas
de sus advertencias
de sus miedos y los mios
a lugares donde no diferenciemos la verdad de la mentira.
creer que mentimos
es ya prepotencia.
Nada más falso que creer que necesitamos un padre.
Nada más que llorar cuando se va o celar a mamá pues ella se acerca a él con esos ojos.
Papá no puede comer de mi misma comida.
No la soportaría.

viernes, octubre 07, 2011

¿mother you have me?

norita me da miedo que me llene de tensiones y me quede tieso y no pueda moverme ni fumar ni nada y yo me lleno de tensiones porque esas tensiones son cosas que quiero mostrarle a los demas porque tengo una identidad y necesito autodefinirme para la higiene de mis propias convicciones y tengo que reciclar el tiempo y mentir para huir de los grandes señores y poder correr hacia arriba a la montaña y pasar el chorro de quevedo corriendo y mirando a las peladas hasta llegar al teatro de los sueños donde hay un señor muy viejito y chistoso que nos abre la puerta y a veces yo llego y ya esta norita pero otras no esta aun y me toca esperarla pero se que no va a demorar mucho porque ella nunca se domera porque para ella lo que hace tiene un norte y no lo hace por mostrarselo a los demas sino por no negarse sensaciones a si misma y ella tiene su percepcion sobrenatural para sentir cuando algo es organico porque ella se conecta con el que se expone que no se xpone sino que comparte una experiencia me pregunto cuando alguien habra llegado a la conclusion de que el teatro es un engaño y que los actores tienen que fingir que son otras personas esos periodicos estan llenos de gente que ha tomado desiciones asi y que mentiras que dicen y que ganas que tengo de que nadie lea esto pero si me muero fortuitamente y todos se sorprenden empezaran a leer estas cosas y veces tengo ego y pienso en eso pero supongo que no tiene nada de malo pero si lo tiene porque eso me genera tensiones al escribir eso son las tensiones mascaras ahora tengo que dejar de scribir y mentir para poder ir a verte y tengo artisisisimas ganas porque aunque ayer casi no pude cantar ni nada por mi cuerpo bloqueado ymi laringe que debe estar cerrada cerrada no me importa porque tu me haces sentir que yo puedo hacer cualquier cosa pero tengo otras en mi que me lo impiden no soy incapaz innato tal vez soy capaz castrado y eso me da ganas de seguir y de arriesgar pero tambien me dijiste que las cosas que hago no deben ser para mi solo sino que debo aprender a compartir y preciso ahora yo si quiero compartir con alguien pero tambien a veces ella se aburre de mi o quiza ya se aburrio de mi de por vida y nunca mas jugaremos pero no puedo convencerme de eso hay algo que no me deja una terca obsesion que me acompaña desde que le pedi fuego para encender un cigarrillo y era nada mas para que ella me viera fumando y se quedara como enamorada pero ella supo lo tonto que era y olio mi superficialidad pero me encendio el fuego y despues un dia como si nada a ella se le da la gana de decirme que la deje entrar en mi casa y yo le digo que mi casa esta cerrada que tiene que entrar por la ventana y ella se rio porque entendimos hacia donde ibamos era la primera vez que nos comunicabamos y yo sentia mucha pena y sentia que cualquier cosa que dijera no importa lo que fuera seria estupido y que ella sabria que yo soy un imbecil y entonces eso es peor porque ahora incluso dudas de lo que muestras pero es mejor porque por momentos dejas de mostrar y empezamos a escuchar algunas canciones en millones de cama distintas y era muy ameno y tu nunca nos dijiste nada porque entendias o mejor te ilusiona entender y por eso te entregas a escuchar a los demas ella tambien los escucha pero es un poco mas violenta solo un poco pero eso me encanta y me sirve y me salva porque una relacion es un interes y no amor porque eso es algo que no tiene nada que ver con las palabras y ahora justo violeta debe estar parandose contra las paredes y dandose algun golpe y sentira curiosidad antes de sentir dolor y faltan diecisiete minutos para las dos para verme con norita porque ya no me acuerdo ni cuando perdi mi corodn umbilical.

martes, octubre 04, 2011

Maledicat dominus

los imbéciles que ríen en la tierra
han de llorar en el infierno

¿Que nos arrastra como esclavos desde la lejana Roma?
¿a que razón, designio o ser entregaron sus almas los hacedores del derecho?
Guerreros innombrables todos ellos, capaces de canalizar las aguas de los ríos.
¿Cómo no saber de la venganza atroz?
¿Como disimular esa violencia del agua al caer?
¿Que otra cosa cuelga de nuestro cuello si no una horca hecha de misterios vírgenes?
Afuera, llueve.
¿Acaso me resulta placenter0?
Conocerme omnipotente, dueño de las riquezas, del cielo, de la piedad eterna.
¿Acaso no cae con la misma violencia en tierras mas puras?
Pero el cuerpo que corre mojado se llena poco a poco de calor y frío.

A mi me arrastraron a delirios ociosos letras también lejanas.
¿Que cruel perversión arrastro a Levin al asco, cuando tuvo en manos a su hijo?
¿Quien sacrifica con desidia a sus herederos?
¿Quien pone por encima de su propia sangre un ideal?
¿Como disimular lo que por años ha estado a plena luz?
¿Como fingir que todo esto no es más que un engaño?
Podríamos ser fieles a nuestros malignos impulsos.
Podríamos vender nuestra alma al diablo y deambular el universo con poder infinito.
Podríamos... pero Fausto grita de dolor en el infierno.

Vino la calma.
Juiciosos y creyentes salvaron su eternidad al final de sus obras.
Marlowe arriesgado y tremendamente al borde de la tempestad, supo esperar con paciencia el desenlace, de nada le sirvieron los siete pecados capitales. Porque le falto avaricia.
Y Tolstoi, que quemó hasta el último de sus manuscritos corregidos, que solo quizo dejar de sí atónita perfección, no tuvo las agallas, el carisma, la insolencia de quemar el último párrafo de Ana Karenina, en el que entrega su obra a Dios. ¿y nosotros que? Esperamos sin paciencia al artista despiadado, que sufra en carne propia y de su piel hervida en quemaduras nazca la envidia, la plenitud corpórea, el sexo. Esperamos el regreso de aquel que escupió con furia lo demasiado humano.
Quizá esperemos a Cristo pecador y de nuestras plegarias ría una multitud en el purgatorio.
Quizá transformados en cerdos, perros y ancianos nos arrepintamos de nuestro andar profano.
Quizá la política, que ha sabido hacerse lugar pese a su actitud autoritaria entre sotanas y militares.
Quizá... pueda salvarnos de los sarcasmos.

Señor,
me arrastro ante su inmensa misericordia y le pido disculpas por mi negligencia.
por descreerle.
me pregunto y en vano me pretendo desnudo ante su presencia.
¿Quien mas que usted sabe lo que es justo?
Quien mas que usted sabe lo que es bueno o no para mi cuerpo, solo usted sabe lo que realmente necesito y lo que me impongo.
Usted sabe que no estoy trabajando debidamente, que en cambio escribo estas letras insanas.
Usted sabe que quiero corregir aquí y allá como Tolstoi para transmitir algo más conciso.
Usted sabe añoro gloria, pero no tengo tiempo.
Usted sabe que eso último que dije no es más que una cobarde excusa.
Usted sabe del infierno, debe saberlo.

Usted sabe de la leyes, de las condenas y los castigos.
Quiero señor que siga lloviendo y que llueva tan fuerte y con tanta violencia que ninguno de los que estamos acá podamos escapar. Que tengamos que morir en este encierro.
Que se abra la tierra y se trague el palacio de justicia.
Me arrastra una bicicleta todas la mañanas a este mismo infierno.
Señor, sé benevolente.
Haz que ni Satanás pueda apiadarse de nosotros.
Enseñanos a ser santos, como Cieslak.
Señor deja de tentarme, por más que me ilusiones, jamás me desanimaras.
Señor, dejame besarte sin pedirte permiso.