jueves, febrero 07, 2013

Taxi (calle)

descubrieron la rueda hace millones de años, conduzco taxi desde hace diez mal contados, las articulaciones se atrofian con el tiempo, he perdido la memoria y el estado físico pero he ganado mañas y sutileza al conversar, uno aprende a derrumbar a las personas, curioseo los propósitos de la gente que aborda mi vehículo, no me importa que fumen, soy un mediador entre ellos y sus destinos, saboteo su autonomía para caminar, recibo instrucciones aunque puedo persuadirlos de rutas más ágiles, senderos vertiginosos de adrenalina en los umbrales de la urgencia, viven con afán, se atragantan, la comida se les sale por la boca, hablan de fútbol pero no lo juegan, cerdos sedentarios, ignoran la música que es la única compañera siempre, que nunca abandona, cargo en la guantera un arsenal de discos que no pierden el ritmo, que me pierden en el tiempo, pertenezco al gremio, sindicato de horas continuas que nos tiñen la cabeza de blanco, necesitamos defendernos de los hambrientos burócratas, vale más apelar un parte, trabajo doce horas al día o más si algo extraordinario ocurre como para darle mi jornal a un abogado, dejé de leer hace diez años, ahora escribo, cuando dejé la universidad compré este carrito, tengo tres hijos por los que respondo con tres mujeres distintas, cargo colgado en el espejo retrovisor una diadema del santísimo, por ellos trabajo, me protegen como me protege Dios, conozco la ciudad como la palma de mi mano que mueve la palanca de cambios cuando piso el embrague, puedo cerrarla y empuñar la cruceta, algunos días pasan muy lento, no soy violento pero defenderse es necesario, quisiera envejecer pronto y acabar con esto, vivo en el peligro pero con esperanza, no puedo creer sensato imponerle la vida a alguien, a veces lo olvido, nadie merece vivir este caos sin sentido lleno de humo que son las calles, los ciclistas que se tragan lo que vomita mi exhosto, el tiempo trascurre distinto cuando uno se mueve sentado todo el día, nunca mando a revisar esta maldita máquina, sueño que el motor ruge, que me deja botado como debería estar, me gusta llevarlo a las revoluciones de las notas que suenan en la radio, apretar el acelerador hasta sentirlo afinado, también la escucho, sintonizo tu frecuencia nena, no tengo miedo a perder lo conocido, salto al vacío con insensatez, regalo mis discos, no cobro por ellos, cobro de más y doy recovecos a los extranjeros, vendo minutos para que le gente llame, no me siento mala persona, conozco las ollas, robé cuando joven, los burdeles y a los gringos los enredo por las calles para ganar más dinero por carrera, perdí la sagacidad juvenil.
nunca he atracado a nadie... sueño con eso, hasta ahora seguiré trabajando sin matar a nadie.
Gracias a Dios hay Policía.
si me pongo muy loco, ellos me arrestarán y vos pagarás el parte.
partir.

domingo, febrero 03, 2013

It's a love that had no past

¿de qué me sirven tus llaves si te llevaste mi coca?
las dejaste sobre el televisor, donde armabas rayas que no te dejaron dormir en toda la noche.
a lo mejor por eso te dejaste tocar, a lo peor por eso me tocaste.
porque tenías frío y no ganas de soñar.
pero tu garganta esta ahora lastimada por tu terquedad, por tu repetición, por tus pases pasa algo.
no soy quien para confesarte que te utilicé, que quería registrar sensaciones en mi cuerpo muerto.
no soy yo quien te enseñará a cantar.
pero de vos puedo aprender a escribir cosas que no parezcan escritas, que parezcan habladas con la voz.
letras que canten con toda la fuerza.
tengo tus llaves, las cuido porque no sé si algún día tendrás cerrojos, candados que se te pudren en la garganta, por eso escribes, ahora entiendo: porque no puedes cantar.
ayer se presentaba el grupo de teatro de Stanislavski en esa biblioteca donde Eugenio Barba con su pelo blanco me sonrió y me dijo que me sentara bien en el fondo para que los demás también pudieran entrar.
se llenó el barco de la reina.
todos somos esclavos menos ella.
¿habrá soñado Stanislavski también el sueño de Anderssen?
¿habrá soñado Chejov sólo?
¿sueñas a Chejov cuando tiritas a mi lado sin poder dormir?
me contaste de vos, de HomoSacer, del proceso.
no me hiciste llorar pero estuve a punto.
cantamos un rato también.
solo me queda un última pregunta:
¿por qué le dicen a Charly que no se drogue pero que además viva desenfrenadamente?
¿por qué le exigen que cante bien pero en silencio?
¿es que quieren ser estrellas de rock pero no pueden?
¿es que Charly les dijo sin que ellos se dieran cuenta todo lo que tenían que pensar?
¿en los mismos lugares adonde critico puedo aprender algo?
no era pues la última pregunta. habían más.
cocaína que se aferra al esófago, a las paredes de mi garganta muda, a las arterias de un corazón sordo que tiene que aumentar su ritmo.
el cuerpo hiperventila.
bosteza no por hambre ni por sueño sino porque necesita oxígeno.
el manguito se pone a tope por echarle tanta sal encima.
sal enzima tierna de las heridas de mi cuerpo.
sal disparada por mi garganta que golpea con viento al mundo.
que lo revuelca.
¿a qué te sabe la vida cuando ya no hay hierba mala?
¿amarga?
¿salada?
insípida, nunca mueres.



viernes, febrero 01, 2013

se agoto nuestra paciencia si fue que alguna vez hubo.
no somos las mismas personas que eramos cuando empezamos a leer esto.
en este instante preciso: cambiamos porque no aguantamos más.