lunes, febrero 14, 2011

Misteriosamente las cosas se fueron acumulando hasta generar caos.
Temer el caos es prever la indeterminación.
Nada se anticipa al caos.
Ordenar es una tendencia ilusoria que no soporta el paso del tiempo.
Astucia, para sortear la indeterminación.
Debemos partir de la razón. Maldigamos sin temer lo que nos impone orden.
Solo el lenguaje puede destruir el lenguaje. Autodestrucción que es la única posibilidad de fin. El lenguaje se acumula. Misteriosamente.
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¿que pretensión absurda encierra un lenguaje que quiere darse fin?
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Buscaba la Antología de la Razón.
Buscar debe algo al desenfreno
Quizá esas ganas de penetrar.
Sospechar de la razón. No hay razón en si.
No vivimos un universo unireal.
El que tiene fe. Se pierde en el camino, queda resagado.
La fe es conformarse con creer haber encontrado.
Fe es pretender ordenar las cosas que se desordenan misteriosamente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Exacto, hasta lo inombrable tiene nombre.