domingo, febrero 03, 2013

It's a love that had no past

¿de qué me sirven tus llaves si te llevaste mi coca?
las dejaste sobre el televisor, donde armabas rayas que no te dejaron dormir en toda la noche.
a lo mejor por eso te dejaste tocar, a lo peor por eso me tocaste.
porque tenías frío y no ganas de soñar.
pero tu garganta esta ahora lastimada por tu terquedad, por tu repetición, por tus pases pasa algo.
no soy quien para confesarte que te utilicé, que quería registrar sensaciones en mi cuerpo muerto.
no soy yo quien te enseñará a cantar.
pero de vos puedo aprender a escribir cosas que no parezcan escritas, que parezcan habladas con la voz.
letras que canten con toda la fuerza.
tengo tus llaves, las cuido porque no sé si algún día tendrás cerrojos, candados que se te pudren en la garganta, por eso escribes, ahora entiendo: porque no puedes cantar.
ayer se presentaba el grupo de teatro de Stanislavski en esa biblioteca donde Eugenio Barba con su pelo blanco me sonrió y me dijo que me sentara bien en el fondo para que los demás también pudieran entrar.
se llenó el barco de la reina.
todos somos esclavos menos ella.
¿habrá soñado Stanislavski también el sueño de Anderssen?
¿habrá soñado Chejov sólo?
¿sueñas a Chejov cuando tiritas a mi lado sin poder dormir?
me contaste de vos, de HomoSacer, del proceso.
no me hiciste llorar pero estuve a punto.
cantamos un rato también.
solo me queda un última pregunta:
¿por qué le dicen a Charly que no se drogue pero que además viva desenfrenadamente?
¿por qué le exigen que cante bien pero en silencio?
¿es que quieren ser estrellas de rock pero no pueden?
¿es que Charly les dijo sin que ellos se dieran cuenta todo lo que tenían que pensar?
¿en los mismos lugares adonde critico puedo aprender algo?
no era pues la última pregunta. habían más.
cocaína que se aferra al esófago, a las paredes de mi garganta muda, a las arterias de un corazón sordo que tiene que aumentar su ritmo.
el cuerpo hiperventila.
bosteza no por hambre ni por sueño sino porque necesita oxígeno.
el manguito se pone a tope por echarle tanta sal encima.
sal enzima tierna de las heridas de mi cuerpo.
sal disparada por mi garganta que golpea con viento al mundo.
que lo revuelca.
¿a qué te sabe la vida cuando ya no hay hierba mala?
¿amarga?
¿salada?
insípida, nunca mueres.



1 comentario:

JUAN AHUMADA dijo...

Insípida. Como las babas...