jueves, marzo 27, 2008

Que viva QUE VIVA LA MUSICA!

Hace muchos dias que no llegaba temprano a su casa un Jueves, llegaba tarde y cansado, y no habia nada que la separara de la llegada funesta contra la cama, despues el horrible despertar a las dos, tres de la mañana, vestida aun, con tallas del uniforme en el dorso, en la cadera, con frio, su cubrelecho intacto se halla debajo de ella, mal tendido, porque algo similar sucedio la noche anterior, y la anterior y todas. Llega el Sabado y tampoco duerme. La radio o el televisor aun encendidos, una mala revista arrugada porque su mano somnolienta reposo sobre ella. La desagradable y tibia sorpresa de una linea de saliva pegajosa de la almohada a su boca, que ya es mas de la almohada que de su boca, es tarde, no hay nada que hacer, la almohada quedara humeda por mas que intente succionar, y el resto, restregada cruelmente contra su cachete.

Hoy no, llegue temprano, aun habia sol, QUE VIVA LA MUSICA! reposando inocente sobre mi mesa, lo bonito es lo inocente que se muestra, yo ya lo habia idealizado, lo habia pintado denso, abstracto, como cuando uno lee una linea, relee y relee cuatro veces y solo entendio la segunda, la tercera lo olvido, y la cuarta, por mas que intente succionar ya es tarde. Pero no, una rubia caleña que se mojaba las pies en el rio Pance, un muchacho de diesisiete (diesisiete, lo digo porque me agradaria coincidir con la edad del autor, como cuando escuche Delirium Tremens, con catorce años y recien bebido) que habla de las rutas del colegio, idealiza sin fanatismo, pero lo impregna, Ricardo Ray, Los Rolling, incluso a John Lennon. Y yo, que me lo pintaba hondo, como lo que ella piensa de los cuadros de Dali, como los bolsillos de un Jean cuando uno va a sacar una moneda de cincuenta, eternos y apretados, inalcanzable.




Ella leia, y lo peor de todo es eso!, leia!, no se detenia a entender, todo era claro, no tenia que devolverse, por el contrario, como se lo adivirtio quien escribia, se cuativaba, y leia una linea y se obligaba a leer la siguiente, no puso musica, queria tener todos los sentidos abiertos, despues, no fue necesario, la cantaba por alla, en el fondo, detras de sus oidos, como cuando oyes la clave de la salsa y te imagina el resto de la banda, los bongos, el piano, yo me imagino ablusado, como un Joeson, que suena a Neoyorquino, pero es colombiano, muy colombiano. Todo le sonaba bonito, los muchachos de once aspirando coca, la marihuana era pura, inocente, como comerse un galleta.
Que hable de America y ella se vuelve loca. Yo preferi escribirtelo, ser mas sutil, pero dejarlo plasmado en el vago muro de la eterenidad, la literatura, arrejuntada contra la ventana, porque yo gane el clasico, cuatro cero, el estadio en blanco, no lo cante, lo escribi, tu canto,aunque te duela fue efimero, y fue solo uno. Yo lo escribo una vez, yolo escribo dos veces, yo lo escribo tres veces, yolo escribo cuatro veces. Y luego le susurra al oido, recostada contra las estacas.
Diana mira como camina tu hermano.
Y yo recien levantado hoy Viernes, con el karma inmenso de haberte babeado la almohada.




1 comentario:

Anónimo dijo...

Se escribe así nuestra historia

que funcione o no, que esté bien o mal
vivirlo con vos para mi es la gloria...

[.Amar y envejecer III.]

Pusiste mi imagen!!
Ps la de Dalí que te mostre...
¿Sabes?
Te voy a dedicar un dibujo!
Lo haré, le tomaré una foto, la subiré, y te la mostraré!
Te kiero Bosi!
Anne Marie.!.!!