Salpicar
En ciertas ocasiones, no queda nada más que correr bajo la lluvia.
¿Habrá alguna lluvia bajo la que corran todos? Quizá algún día llueva en todo el mundo al tiempo, he notado que sobre todo los niños saben de cierta picardía que guarda la lluvia cuando cae, no se trata de solo agua resbalándose a gotas desde el cielo, llover. Cuando llueve, comienza laguadescadabrarsecontralsuelo’s porque alguna persona en algún lugar escucho a otra persona con todo su cuerpo, cuando la escucho de verdad, ahí cuando eso sucede cae la primeraguaquesedescadabrayselecaenlosdientes.
Solo los niños lo saben, pero no les gusta decírselo a nadie, pues no es que no les guste, sino que casi no les gusta decirle nada a la gente, o tal vez es que a la gente les gusta es hablarles Y hablarles a los niños.
Una vez hace cierto tiempo, en algún lado muy cerca adonde alguien lee un cuento, una señora que miraba por la puerta entreabierta a dos niños, los oyó hablar acerca de porque llovía, la señora que era muy gorda, adulta y chismosa quiso salir corriendo a contarle al rey del reino donde alguien lee un cuento lo que habían dicho los niños, pero en vez de eso y quizá por su deteriorado cuerpo, salió a coger un taxi que la llevo hasta un canal de televisión donde hablo primero con uno que no ganaba tanto dinero, después con uno que ganaba mas dinero, y después con uno que ganaba mas dinero que todos, pero ese que ganaba mas dinero que todos no le creyó y le dijo a uno que ganaba menos dinero que él que la sacara de aquí. Entonces ese que ganaba menos dinero le dije a el que no ganaba tanto dinero que la sacara de aquí, esclavo. El que no ganaba tanto dinero la saco de aquí, pero le creyó lo que dijo.
Sin embargo, aunque el canal de televisión no le creyó, la tuvo gritando falsamente mientras corría por el estudio de grabación. En la sección FARANDULA de las noticias apareció la señora queriendo contar a todos lo que los niños habían dicho, pero nadie entendió nada, excepto miles de niños que escucharon lo que gritaba la señora, ese día llovió un poco.
Los niños empezaron a hablar con los otros niños, y los niños que viajaban lo contaban a los niños de otros países, hasta que en un poco tiempo todos los niños del mundo sabían que esa señora adulta sabia acerca de por qué llovía, justo por esos días, la televisión mostraba horas enteras noticias sobre la sequia en el mundo entero, no había llovido desde ese día.
Adultos alarmados intentando correr por las avenidas, y los niños en silencio, los adultos llenaban a los niños de preguntas para intentar solucionar sus problemas, pero los niños no respondían nada, o mejor, nada de lo que ellos podían escuchar.
No es que haya dejado de llover, es que cuando llueve ya nadie lo nota, solo alguna gente en algunas ocasiones, porque lo único de lo que los niños hablaban cuando la vulgar gorda los espiaba (gorda que vive aun, en el teatro la castellana… vive en Fanny, y en su muñeca gigante del festival) era de esas inmensas ganas que dan de correr bajo la lluvia, obsérvenlos en silencio, cuando llueve solo los niños lo saben, miren sus pupilas, escuchen esas intensas ganas de apagar la tele y salir a correr…
Para ellos no existen las ciertas ocasiones.




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