jueves, febrero 16, 2006

De cómo se debe estar loco…

Hay momentos, momentos de momentos, en que la vida se te viene encima, y la vida es muy pesada para cargarla solo, entonces tus pies comienzan a temblar, y tus mañanas se tornan insoportables, es precisamente en ese momento en que entran unas inmensas ganas de dormir, pero no de dormir, sino de dormir por siempre, de dormir en paz, de no volver a sentir hambre, de no volver a despertar, de dormir.

El cuchillo casi en tus venas es la solución, o una inyección de locura directamente a tu brazo izquierdo, quizás un salto desenfrenado desde algún sitio oscuro. Se acaban tus posibilidades y el coro de aquella canción comienza a sonar más fuerte, tu cerebro se llena de opiniones y de viajes. Empiezas a ver la luna cuadrada y las estrellas se te desvanecen en la cara, piensas en canciones que te deprimen y en felicidades que te faltaron para ser mas alegre.

¿Cómo se suicida uno a estas alturas de la vida? Es muy difícil, hacerlo es muy difícil, tiene que ser uno muy cobarde para lograrlo, tiene uno que practicar la cobardía con fervor religioso, de manera que esta se transforme y deje la nada a tus espaldas.
Pero esta también la otra posibilidad: ¿Cómo se mantiene uno vivo en estos días? Muy difícil también, hacerlo es muy difícil, demasiado difícil, será muy difícil siempre, sobre todo cuando una caja de vodka con naranja se encuentre escondida detrás del sofá, y cuando la gente prefiera trajes escotados y faldas en vez de acordes de guitarra.

Este es uno de esos momentos, de esos momentos de momentos, de esos momentos, en que estas que te pegas el tiro, y aparece alguien, un alguien que esta loco, un loco que esta loca, pero es una locura hermosa, una locura que hace que escribas de ella en todas las Biblia de tu vida. ¡Y quieres tanto a la locura! Que terminas queriendo a la loca también, ¡y las amas a ambas! ¡Y amar es bueno! Te amo loca.

Una locura que desvía la bala de tu garganta y la arroja a una copa de ron, y luego arroja la copa de ron al fuego, y el humo sale hacia el cielo, y desvanece las estrellas en tu cara. Y luego la miras y le dices te amo, y ella no te responde, pero entonces el cuchillo en tu brazo se convierte en flor, y la inyección de tus venas se hace aserrín (y luego le dicen a uno loco…), y morir ya no te importa, y vivir tampoco te importa, no te importa nada, tocas fondo y caes, pero luego rebotas y vuelves a subir, y subes, y subes, y subes tan alto que vuelas, y la canción se acaba, y el momento también.

2 comentarios:

David dijo...

y yo no queria volverme tan loco...

Anónimo dijo...

lokisimooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo.mk la verdadera verdad ud es un loko.jajaj bno y amigo!!!jaja nunk pense volverme amigo de un hippie!!jajajajajQ LOKURA!!!!.jajaj bno mkis gracias por escuchar mis istorias corridas del shampu, jajaj y recogerme cuando estaba re mal en la malan con la borachera!!!jajaj (osea, ayer)jajaja, bn sepa q pa las q sea, y q siga muy con su nobia q es muy linda y es una bakana....bno chikuelo pilluelo, como dijo mikie mouse...todo bn!!1..jajajaj bno chau....y saludes al nino de la chaketa chevere, a angi, a santi cigarro, y a doble 10!!!jaja chau!!!!!