lunes, abril 14, 2008

Este libro contiene hojas rayadas con tinta de esfero, y letra de niño.

Cartagena
En la ciudad amurallada, andar fumando da bochorno, y el olor a tabaco se multiplica por tres, el humo que uno exhala ni si ve, porque el viento siempre anda pegando fuerte, uno pudiera caminar por la playa, que el tibio mar lo bese a uno los pies de vez en cuando, cuando se levanta la marea, y uno ver a las niños jugando con balones de goma, y a las parejas, y a los señores de cuarenta que toman ron porque estan de vacaciones y hay que hacerlo. Porque no toman ron en la oficina, Cachacos frios, y compran gafas oscuras y vestidos de baño, y se les llena el culo de arena cuando hacen el amor en la playa, despues amencen trasnochados y el sol les pega en la frente y se las pinta de rojo, despues pasa el negro, y les ofrece un cachito, que dizque pa´ que se relajen. Y los jovencitos ni cortos ni perezosos se esconden en la amurallada, entre palmas y playa, lo disimulan tomando whisky. y se pegan en la cabeza, ademas del sol, sienten como la sangre se les sube hasta arriba y se les quiere salir por lo ojos, y se les duermen las partes, y entran a los casinos, pierden la plata, y ya van en bajada, pero, oh! la bajada no es fea, uno no se deprime, a uno no le duele el alma, ni se parece a un guayabo, la bajada es suave, eso es porque el Cannabinol se disuelve en la grasa corporal, no en el agua, no hay sindrome de dependencia. Y uno ya despues de probarla le pierde el miedo, y no se trata de quedarse riendo a orillas del mar, se trata de subir a la terraza, y mancharse de ollin las piernas, y pensar en la clave de la salsa, despues se bajan a la playa y compran cigarrillos, y se ocultan en las luces de la ciudad, en el diciembre fresco que los llevo hasta la costa, y botan las colillas en los hoteles, y durante un año, la ciudad entera les vacia los ceniceros para que ellos vuelvan a llenarlos, cuando ya no tengan los parpados pegados y la piel quemada por el sol y el viento.

Cali
En Cali no hay colillas en el piso, nisiquiera en el centro, uno baja fumando por la sexta, y pega el ultimo plum, con la colilla todavia prendida en el ultimo tris de cigarrillo, comienza entonces un proceso de busqueda del pecado, para justificar el propio. Cuando se encuentre la colilla arrinconada contra el vertice del anden, se tiene suficiente valor para arrojar uno su colilla contra el pavimento, antes no. Se apaga la colilla contra un poste o deja consumir hasta la agonia, uno apoya la colilla en el dedo gordo, y tiempla contra este el indice (o el de la mitad en caso de arrojar la colilla pasadas las seis de la tarde), pero uno no encuentra una sola colilla en el piso, ¿es que acaso en Cali no fuman? y pasan siete estudiantes y siete van fumando, y yo quisera seguirlos para ver donde es que botan la colilla, porque en Cali tampoco hay canecas en las calles, no bolsas negras arrinconadas contra las aceras, si uno en Cali encuentra basura, encuentra de todo menos colillas de cigarrillos, y uno se pregunta ¿sera que todos se guardan las colillas en los bolsillos? y cuando llegan a sus casas en San Fernando o en San Antonio las vacian contra las basuras de los baños, y si de repente uno se mete una colilla prendida al bolsillo, y la chispita coje fuerza, y a uno se le prende el pantalon, y luego la camisa, y uno queda prendido entero, envuelto en llamas, y no tiene otra cosa que hacer, que seguir yendo por la sexta hasta Granada, porque nunca va poder botar la colilla en Cali.


Bogota
Yo siempre he dicho que Bogota se va a inundar de colillas, como lo adivirtio Cortazar, pero en Roma con las hormigas, todo va a comenzar en la sala de una casa del Norte, donde un adolescente prenda un cigarrillo con el ultimo fosforo de cocina, despues de fumado el cigarrillo sera cuidadosamente puesto en el cenicero, no sin antes haber encendido otro para no agotar la llama, entrada la noche, el cenicero se evra pronto lleno de colillas consumidas que se comenzaran a desbordar contra la mesa, y una vez copen la mesa comenzaran a caer al piso, y llenaran el tapete poco a poco, mientras el adolescente sigue fumando traquilamente concentrado en la partida de poquer que libra con un amigo suyo sentado en la mesedora, y asi las colillas inundaran la sala, luego el pasillo, luego el cuarto y luego las baños, y el nivel de las colillas comenzara a crecer, por media noche las colillas ya daran a los tobillos, despues a las tibias, a las rodillas, a los muslos. Y el seguira prendiendo los cigarrillos con el ultimo respiro del anterior, y seguira arronjando colillas, hasta que se llene la casa, y les toque salir, pero el seguira fumando a fuera, porque el no salio porque la casa estuviera llena de colillas el salio fue porque afuera hacia sol y hace dias que no llovia, pero la calle entonces comenzo a llenarse con los trises de cigarrillo que quedaban indefensos al cielo, y se lleno la cuadra entera, y despues la manzana, despues se fue llenando de a poco el barrio, y para cuando amanecia, ya Cedritos estaba inundado en colillas que no dejaban ver a los carros, la policia bloqueo esta zona de la ciudad, pero fue inutil, el mar de colillas sigui creciendo, y se comio a tres localidades, era ya imposible vivir ahi, entre las colillas. De cigarrillo en cigarrillo se fue atestando el norte de Bogota, y ya era solo una cuestion de tiempo, la gente salia despavorida por carretera, salir de la capital se transformo en un caos, salian por el sur o por el oriente, la Avenida Boyaca y la Calle 80, se llenaron de carros, gente con maletas al hombro, asi se lleno poco a poco Bogota, primero Usaquen y desde la Calle 100 al norte, despues Chapinero, El centro, El Sur, y mas al sur.
La ciudad se lleno de colillas, y nadie nunca pudo volver a pisar Bogota.

Medellin
En Medellin no se puede fumar. En Medellin los cigarrillos se erradicaron, antes habia, ya no. Desde que los padres dejaron de fumar por tener a los hijos, talvez se consigan algunos, aunque muy escasos en el centro de la ciudad, o saliendo hacia Envigado, pero ahora nadie baja hasta el centro, Y para que bajar al centro, si El Poblado todo lo tiene? la gente solo baja ahora para ver a Matacandelas, o para olerse un pase de coca. Los cigarrillos en Antioquia, son una especie de recuerdo lindo en el pasado, y no de deseo en el presente, como los besos de las enamoradas.

Ejercicios teatrales que, ustedes me disculparan, no hablan de culos ni tetas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

y hay que ver que pasa con el humo, como la gente parece chimenea, y aun asi usted no fuma en escena, no fuma en medellin y no fuma porque gano la mecha, y entonces la metafora no puede ser tan simple y uno dice, fuma en tan justos momentos que parece comulgando