sábado, octubre 04, 2008

Ser Vicio

"Ayer quiso matarme la mujer de mi vida,
apretaba el gatillo cuando se desperto..."
Hambre y sueño, pero no sueño de soñar, sino sueño de dormir, sueño de quiero irme a cama, sueño de tengo sueño, sueño de adios, no sueño sino ganas de dormir, por pura y plena necesidad.
Curiosos sintomas pasivos de la drogadiccion, medidores exactos de las clases sociales, necesidades irremplazables en todo ser que se mueve hasta ahora, hambre y sueño.
Yo me preocuparia si mi hijo llega siempre a la casa con hambre y sueño.
Yo que soy un padre ideal, el mejor de todos los padres.
Con dos hijos mios de los que conozco.
Yo tambien me preocuparia si mi hijo llega lleno y sin sueño.
Yo me preocuparia tambien si nisiquiera llega.
Ojala se muriera...
asi dejaria de preocuparme tanto..
Comer y oir musica con los ojos cerrados, dos acciones aparentemente inocentes, tienen tras ellas grandes pruebas evidentes y reconociblees de que en una muy alta probabilidad podemos tener le certeza de que quien las realiza esta entre los catorce y los veintinueve años y se encuentra bajo los efectos de la marihuana.
Nadie le halla tanto placer y sentimiento a actividades aparentemente comunes como comer y oir musica con los ojos cerrados (soñar a la larga) como alguien que esta fumando marihuana.
y Por que?
porque los sabores se te elevan a la diez y una divide esos instrumentos que salen del parlante y uno se pone a pensar y se va, lejos, lejisimos, carburando, con ese modo de carburar como no va a armar esa humarada, diez plums mas y me voy a trabajar, no la bote que ya se que la tiene ahi, bateria, bajo, fumamos mucho, guitarra, voz, letra, sentido, intencion, reaccion, bajada. la balada de la bajada.
Comer y soñar son necesidades, todo lo que las pueda convertir en placeres y es a la larga un placer tambien, que puede sufrir la reaccion inversa, volverse necesidad, un placer que se vuelve necesidad.
Donde esta el error, matematico?
Que el placer es en el fondo una necesidad.
O es que alguien a pasado la vida entera sin sonreir.
El mismo dilema de el teatro y la vida, el teatro es vida, pero la vida no puede ser teatro.
Coche chocante:
el teatro no solo es vida, porque de lo contrario yo abriendo mi ventana podria ver teatro y yo nunca lo he visto, y no porque no vea mi ventana sino porque siempre ando con un hambre por las tardes.

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