La sala numero seis, vecinos, el asesinato.
Los dejo en la grata compañia de Antoncito Chejov.
La limpieza es pobreza de espiritu, yo me regocijo en mi suciedad me sacio de ella. Pues no es suciedad, ellos la pervirtieron, como el aroma de los cuerpos puros se llega a convertir en un hedor repugnante? maldito sexo sin sentido.
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