sábado, enero 07, 2012

men at all

"Ahora, hoy, desde hace una semana, intentaba la gestión personal, que parecía navegar a la ventura por un mar indiferente o enemigo, como la botella mensajera de otro náufrago.
Porque yo, en mi balsa heterosexual, también iba a la deriva."
Cabrera Infante
Somos mucho más sensibles al efecto de la marihuana y más adictas al chocolate, en las noches soñamos mas profundo. Nuestros cuerpos son tentados a traspasar el límite de las sensaciones, somos conducidas a caminos extremos, recónditos, lugares que los machos no se atreven a pisar. La relajación es el placer contenido, acelerándose poco a poco hasta detonar, nuestros orgasmos si son de verdad, nuestras ganas que dominan su pereza.
Su relegación, sus pasos lentos, sus cabezas gachas, sus armas, sus reglas, la equidad de género esta urgida de cambios radicales, pues, lo que hasta ahora expresan las leyes en cuanto a igualdad, no es más que el discurso hipócrita del derecho burgués que surge en el seno de la civilización machista como justificando ante todo, su existencia, sus tribunales, las catedrales del lucro, pero ellos no se dan cuenta, viven casi felices, regocijados en su vanidad, encerrados por completo en un espejo.
Que apuesto estabas cuando tiraste el cheque sobre la mesa, si aún te deseara quizá te hubiera dado un beso, pero me sigue sorprendiendo y aterrando la rata sin voluntad que eres, el hombrecito consentido mimado que te enseñaron a ser, y lo fácil que lo asumiste, te aceptaste, satisfecho, convencido de que era lo más conveniente, la ruta mas fácil, y te sientes dominante, te enorgulleces de ese sexo mediocre, tibio.
Yo soy la música que nunca pudiste hacer, soy cada uno de tus fracasos, uno tras otro, yo soy ese aislamiento tuyo, soy un veneno que te consume desde adentro, yo puedo saltar, tu apenas te arrastras.
Por eso me despido, porque creo que eres demasiado egoísta para comprender un abandono.
Poseo mis instintos, dueña soy también de los impulsos que me liberan, no creo eso de tener que depender de ti, por eso puedes coger tu cheque, besarlo, dormir con el y masturbarte, no soy yo quien deba reprocharle lo que haga, no soy tan estúpida como usted, no quiero un solo amanecer más impregnada de su sudor, me da asco, ahora me da asco su cuerpo, soy franca, tengo que serlo, percibo la inminente culminación de una atracción química, despojada de toda confianza porque celar es la inseguridad pura.
Nos pegan los hijos de puta, eso los hace sentirse seguros.

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