Bueno esta canción de verdad que son esas rarezas, no, que te la ponen muy difícil, porque creo que son esas cosas que uno hace que después, la verdad que cuesta mucho empatarlas, y, son otras, después, después podemos tocarlas esas también, pero esta, esta son de esas canciones que decís ¡puta! ¡Para que mierda la hice! No, porque todas las otras desaparecen después, ¡dale!
Me parece que se viene un clásico.
La bola sobre el piano la mañana aquella que dejamos de cantar. Llegó la muerte un día y arrasó con todo, todo, todo, todo un vendaval, y fue un fuerte vendaval.
Sentirte, calida, desnuda, y tus dedos regándose sobre el, el, que te enseño a hablar, el que bicolor te dijo muchas verdades, el que siempre dependió de ti, el que todavía depende de ti, porque cuerda o percusión dependen de ti.
Ella, que nació en Paris desafinada, ella que depende de el, el que depende de ti, tu que no sabes siquiera que existo, porque sabes que existen muchas personas en el mundo, personas que sonríen en los museos, personas que te gritan en la calle, ¿pero yo? Yo te he gritado, aunque quizás no reconozcas mi voz.
No quiero tu dinero yo me lo puedo ganar, Y dame una careta y te digo la verdad, El amor no es mismo techo, ni ahí, El amor se entrega, no hace falta recibir.
Me bastaría solo hablarte, aunque no sabría que decirte, me gustaría solo tocarte, aunque no sabría como hacerlo, solo te he oído, te he oído desnudo por la radio, solo te he conocido si has sido sincero, pero porque te conozco se que si, te has mostrado solitario, desafiante, esperanzado, agonizando, pero te creo, hagas lo que hagas te creo, ya se que suena a ciego, pues lo estoy, eres ya mi Biblia, mi conciencia, tu defines que esta bien y que esta mal, te entrego mi ética envuelta en un ensayo mentiroso, te entrego mi química perdida, me entrego, pero no te entrego la carpeta verde, porque no es mía, y cuando lo sea (en cincuenta pesos la pagina) tampoco, porque se que hay estoy yo, con todo lo que quiero ser y nada mas.
Talvez después quiera salir de la carpeta y ¡llenar de fotocopias el mundo! Pero primero habrá pasado mucho. Quizás ya habré llorado tu muerte.
Pero resucitaras, ya esta escrito, ya esta cantado, ya te despediste y volviste, tienes frió y ya no sientes tus pies.
Ella tu canción, el tu piano, yo tu nadie. Y ahora tu desnudo.
Pero yo te oigo, yo te veo, soy un espía sangrante a la espera de tus estornudos, y de tus bostezos y de tus páginas.
Esto nadie lo quería oír, pero al menos fue sincero.
Hoy un concierto, mi garganta destrozada, mi cabeza… ¿esta hay?
Es como hablarle a la pared.
Quisiera no vivir solo, estoy joven…
Lo que empeora aun más mi situación de no saber a donde voy, el tiempo me va carcomiendo y me sorprende, hasta ahora es agradable.
No quiero ni pensar cuando me de la puñalada.
Si que voy a sangrar.
Voy a dejar desde ahora las aspirinas.
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