viernes, enero 30, 2009

Vamos a tocar un tema, que habla de la pálida, loco!

Santa Fe de Bogota Distrito Capital, Enero 30 de 1978.

Respuesta de Carta,

Debo primero confesar que las letras que imprimiste en mi mente hace algunos días han quedado revoloteando inquietas a través de mis pensamientos durante este tiempo.
Pensarte apretando el gatillo que contra mi sien, pensar que dejaría de ser mi suicido voluntario y aliviador para convertirse en tu triunfo anunciado, en el destino que me escribiste, un destino cruel pero sensato. Eso me causa nauceas y ganas de llorar (al tiempo) siempre en las tardes demasiado tranquilas.
Creía que seguiría vivo hasta que alguna de mis personalidades múltiples tomara la decision de volarse la cabeza, he descartado siempre la posibilidad de un accidente, de morir de viejo, de una enfermedad incurable, ese tipo de pavadas no las consideraría una verdadera muerte, pues aunque fuerzan el cuerpo ha desfallecer, es deducible que no constituyen un verdadero triunfo de tu tarea, consisten mas bien en una serie de salidas fáciles que utilizas cuando las cuentas se te atrasan, cuando no seduces como mujer enigmática y hermosa que nos mira fijamente mientras bailamos, sino cuando te prostituyes, cuando nos obligas a seguirte con cadenas en los tobillos, cuando nos desvistes enfurecida y te pesa en la conciencia sostenerte pues sabes que ante tu desesperacion somos nosotros los que te estamos ganando, pues aunque morimos de Sida o asesinados, nosotros somos los que en el fondo, elegimos morir, a falta de tu creatividad, elegimos morir y tu te vuelves solo una silenciosa sirviente que nos ayuda en nuestra paciente elección. Aunque te duela, cuando tu nos matas, es realmente nuestra voluntad la que estas obedeciendo, nuestra voluntad de morir, pues a la muerte ya no se le ocurre como matarnos.
Por eso descarto mi accidente o mi enfermedad, porque se que no me vas a dar el gusto de simplemente morir por tu incapacidad para matarme, quieres verme humillado, quieres que te de la razón, quieres que te coloque la boca de la pistola contra mi sien, quieres que te cargue las balas, quieres ocultarte traicionera bajo mi supuesta decision osada para reventarme por dentro, para aniquilarme, no quieres que elija, quieres convencerme, quieres tener en tus manos mi derrota agonizante, mi suicidio involuntario.
Por eso, y también por algunas de mis tantas adicciones no puedo dormir bien en la noche, pese a que afortunadamente, poseo además algunas otras adicciones que me permiten dormir, pero intranquilo, sabiendo en el fondo que duermo por los sedantes y no por las ganas de soñar.
Mi historia no es muy diferente a la tuya, nací, crecí, comencé a patear las calles, estuve en ambos lados de las rejas en la cárcel, estuve en ambos lados de la cama cuando dormí con mujeres que me entregaban su mas insignificante bien, su virginidad, de que sirve el himen en estos tiempos afanados que no nos dejan nisiquiera desvestirnos tranquilamente, estuve en ambos bandos, en el que pide la limosna y en el que la niega, no se cual de los dos bandos me gusto mas, en realidad, ambos son bastante vacíos, nulos, preferí entonces la caída, el abismo sin fondo, me arroje, y supuse que yo elegiría el final, pues este no existía.
Ahora tu me dices que siempre estuve en el fondo, que nunca fue mi elección, que tu solo esperas el momento en que te regale las balas y el arma contra el coco, en que te entregue a ti mi fondo.
Si el abismo tuviera fondo no habría ninguna gracia en encontrarse allí. Las matemáticas no existirian si los números terminaran en cien o en cien mil, serian entonces conocimientos incompletos, nadie estudiaria algo que comprende perfectamente, si bien el mundo funcionaria perfectamente igual si los números tuvieran un fin muy lejano, yo nunca he alegado la normalidad del mundo, el infinito representa nuestra insignificancia, aferrarse o no a el no es lo que le da importancia, el importa y es definitivo pues no existe, como el fondo, es ausente, es un camino que jamas regresara, un camino que jamas lo fue, pues no lleva a ningún lado.
Admiro con gran irrespeto la aceptacion del mundo que poseen las vacas, por ejemplo, ellas aceptan suficientemente el mundo como para comer pasto y mantenerse "a salvo", pero lo niegan lo suficiente como para no rendirse ante el como nosotros los humanos, que lo aceptamos y lo creemos absoluto, el mundo no es un montón de materia unida, no tiene sentido que así sea, y si asi fuese seremos nosotros entonces simples obras de la casualidad y el azar de una biologia oxidada que fue contra todas las probabilidades.
"No somos las almas despedazadas por los tintes oscuros de las epocas que moran la tierra, no somos el simple residuo de la juventud atareada que nos vio morir, envueltos en polvo blanco y jeringas contaminadas, no, no lo somos y nunca lo fuimos, nuestras muertes no seran vanas, pues a nosotros nadie nos obligo a morir, somos como martires del tiempo, que se dan tras los rastros innegables de la vida plena, tan plena que despedazo por completo la plenitud, gracias a nosotros tu puedes llevar a tus hijos tranquilo al colegio, donde ellos estaran "a salvo", y les advertiras sobre vidas como las nuestras, nuestra vidas autoconsumidas en la muerte misma, somos cristos y mesias, nuestra muerte justifica tu vida, sin nosotros no vivirias tan tranquilo, quiza ni vivirias, pero no sonrias tan anchamente, pues cuando tus hijos se hallen "a salvo", lo estarn porque ya seran cmo nosotros, y cuando tu hijo te entregue su vida disfrazada de suicidio con una 9 milimetros colocada minuciosamente en su boca, con via libre a su cerebro, solo el y yo, sabremos la verdad, y tu engañado lloraras o reiras, eso ya no importa, solo el y yo sabremos que esa arma jamas se disparara pues tu siempre fuiste tan humano y melodramatico como todos ellos, los que repudiamos, fuiste tan mortal y vano, como tu abismo y tus numeros, que tienen fondo y final, el nuestro jamas lo tuvo, ni el de tus hijos, caballero envejecido, solo tu hijo y nosotros, sabremos que no hay balas en ese tambor, tu disparo no nos tocara, pues tenemos el estomago hinchado de Valium y de cosas verdes, pues siempre fuimos tan astutos como las vacas, siempre estuvimos "a salvo" dentro del peligro, nunca llegamos a ser como tu, siempre hablamos nuestro propio lenguaje, nuestro Mumumu, para nosotros no hubo tiempo, nosotros jamas vivimos, simplemente comenzamos a morir, para nosotros siempre fueron: la muerte, la musica y las mujeres.
Mujeres de verdad.
Dama blanca que mal polvo debes ser.
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Juan Ca "Zorrilla"
Acelerandose

2 comentarios:

Jauhn Jessó Xappattha Phreanko dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Jauhn Jessó Xappattha Phreanko dijo...

Puede que haya una réplica ...
Una sutil, interesante y bien dirigida réplica.
¿Podemos ver lo que sucederá?, imposible, en los sesenta creyeron que los jóvenes seguirían el rumbo a la destrucción, pero la sociedad actual es mucho mas represiva, y por lo tanto fueron los 'hippies' de la época, hacer suposiciones es una tarea que se debe dejar a los ingenuos, yo fabrico mi futuro a diario, mi forma de ver el mundo y de pensar, el resto es suerte y Dios, planear no lleva sino a errores de cálculo y a situaciones imprevistas, lo que da gusto es saber que todo se acomoda según va pasando, no que cualquier bache pueda arruinar todo lo planeado.


keep it real

Att,

Lucas


Ante la proposición de conservar los personajes, el tercero nunca nombrado.