jueves, noviembre 17, 2011

beginning

señores comensales,
¿como escribir para todos sin que lo notes?
¿como gritar para cegarte los oídos?
si no puedo escribir para ti sin darme cuenta.
ando compitiendo contigo, encontrándote sin buscarte.
me falta seguir cayendo para nunca más cantar victoria.
ceder, dejarme humillar por el ritmo.
cuestionarme todas mis necesidades.
reemplazar con nicotina todo este frío desenfreno.
imprescindible respirar, obligatorio e involuntario.
apuesto a que ni eso necesito.
ya no recuerdo cuando sentí el impulso a retar.
refugio en la diferencia.
nauseabunda y furiosa competitividad, ha llegado el momento de perderlo todo.
peor sería seguir llenándome de orgullo el pecho.
agónico fin al que llevan las crisis, la imposibilidad de recibir.
duele la panza que sabe más del tiempo que el reloj.
ya no puede alimentarse el ego.
envejecida imagen de salidas eutanásicas.
¿como recordar el olvido?
es necesario desaprender para no necesitar.
¿como desear perder entregándose todo?
¿como pagar con placer la condena?
confieso que escribo para que alguien lea.
confieso que no es más que otra forma de digerirme, de vanagloriarme.
ese temor mio a la soledad, a la desatención.
escribir es pensar en lo que a otros les basta con sentir
esa necesidad de gritar, imponer a los demás un juego no es jugar.
pretender es inmovilizarse.
escuchar era también imprescindible.
pero vence mi deseo a detenerme.
cuando ganar no era una necesidad.
apetito insaciable el que educa.
y cómo más enfrentar este temor a la muerte,
sino encerrándome, internándome,
consumiendo este veneno.
solo. sin ayuda de nadie.
sin hablar con nadie.
sin consejos, sin escuchar lo que los otros me tienen que decir.
terminándome.
adicto y resagado.
sin creer en eso de que todo retorna, de que todo fin...