viernes, noviembre 25, 2011

perder o morir

perdí mi trabajo y no soy yo quien afronta las consecuencias de mis acciones.
que malcriado, creer que somos imprescindibles, inmortales.
que prepotente, creer que perduro más que alguna sensación.
lo cierto es lo incierto que ahora me espera.
seguramente, un trabajo peor pagado.
¿para que llorar?
quizá llorar es otra salida inútil, otra froma de amortiguar el sufrimiento de los miserables, quizá llorar es un refugio, como casa.
pero no necesito llorar, necesito un trabajo para poder mantener el refugio.
al menos, hasta antes de morir.