domingo, diciembre 14, 2008

CRONICA

Si la policia no lo trata muy decentemente...

"Necesito declararme en cortocircuito, me pasé la vida viendo, viendo cómo hacen el mundo, en vez de hacerlo yo."

Era Sabado, pero todos los Sabados son Martes y trece. La ciudad se nos apetecia gris y mojada, una avenida grande que atraviesan muchos puentes, filas interminables de gente, ron que nos raspaba la garganta envasado en botellas de inocente agua, si el mundo estuviera llenos de coliseos cubiertos todos tendriamos que ser policias o cantantes.

Entramos y esperamos contra la baranda, ansiosos, somnolientos, el aire nos ardia tibio en las gargantas, la banda que abria el concierto toco temas suyos y un popurri de Rock' Roll de los cincuenta, cuando terminaron, retiraron guitarras, bateria y alguien puso sobre el piano una lista de canciones que veiamos invisibles, pero que percibiamos anchas y cortantes, puras, dejarlas partir.

Las luces se apagaron, algunos mechudos subieron al escenario y se esparcieron como ratones en guitarras, bajo y bateria, una chica vestida de jean con una camisa azul clara se puso de pie frente a un microfono, sono una guitarra, fuerte, decidida, azoto con un Do menor todo el recinto que se revento en ovaciones, cuando salio un rosarino de cuarenta y cinco años, vestido en paño negro, con una guitarra amarilla colgandole por el cuello. Esto ya fue, antes, hoy y después, estás en Bogota, La Ciudad de los Pibes sin Calma. Fito canto y Bogota se estremecio, el coliseo aullaba poderoso cada acorde, oooh oh oh oh oh, termino el primer tema, y la bateria mantuvo vivo el ritmo rojo del rock, mientras se reacomodaban los musicos parados en la tarima, un grito de Buenas Noches Bogota, abrio la siguiente cancion, rockera, No mas, autentica, Por hoy, risible y vanidosa, De Verdad, siempre asi Lejos de Berlin, Se inundo el ambiente de melancolia y los cuellos frios se quebraron, viendolo tan joven, adolescente, emperifollado como quien es obligado a asistir elegante a un grado de bachiller, el no tuvo grado de bachiller, cuando Lennon murio, Fito no fue a presentar los examenes finales de ultimo curso, ya veras cuando tengas cincuenta años, Charly lo dijo: Tengo cincuenta años y no vi nada.

Callo, conto y estallo, exploto, antes de apagarse, Taquicardia, rapida, violenta, cada golpe a los tambores era una escopeta chorrenado dinamita. Siempre inteligente, agresivo, detallista, abrio el concierto con tres temas fuertes, ochenteros, dos de Ey!, y uno de Giros. Guardaba municiones que iba disparando a lo largo de la noche, termino el tercer tema, se prendieron las luces, presento a los mechudos que tocaban con el, una banda argentina llamada Coki & The Killer Burritos. Eran cuatro, a la bateria Tito Barrera, contra el brazo izquierdo de Fito revoleteaba el bajo, Pana. Del otro lado del escenario estaban dos guitarras, acustico y electrica, como los Beatles, la electrica la tocaba un hombre con sombrero, distorsionada, metalica, grosera, genial. Julián Acuña di Mauricio. La acustica era Coki Debernardi. Fito siempre tiene un as bajo la manga, incluso cuando nosotros no sabemos que lo tiene.

Saludo, dijo que la noche era fabulosa, se sento al piano y el coliseo se revolco. Nos empujo al tercer milenio cuando toco Eso que llevas ahi, yo no busco la verdad, solo se que hay un destino. Dulce, tierna, sabor a miel caliente entrando por los oidos, cancion de padre, de angel pianista, con un vaso de whisky que envenenaba el teclado en el que se apoyaba solitario. Lo importante es desear, y no ser un muerto vivo. Cuando el piano tocio el ultimo Do, Canciones de liberacion!, dejo incendiar otra cancion de El mundo cabe en una cancion, la cariñosa y limpia, Enloquecer. Cortala no exageres, no seas tan drástica.

Cuando termino la quinta cancion, el perfume dulce e inocente que habia impregnado en el aire, se vio destrozado con furia y violencia, el piano de Fito se volvio un funeral y nos golpeo en la cara, volviendo a los ochenta, sacada del album que nunca debio escribir, Gente sin Swing. Coki insito al publico a aplaudir, la ciudad entero respondio sin dudarlo, plaf! plaf-plaf! plaf! plaf-plaf! y anuque te inviten a tu mesa no estaran de tu lado.

Se levanto del piano, con el ambiente frivolo y cruel que establecio el tema de Ciudad de Pobres Corazones, tomo nuevamente su guitarra amarilla y la bateria marco un ritmo lento, se desnudaron uno a uno los acordes del album rojo, La Fiebre paso, la rabia no, la logica por fin se nos deshizo en la boca, Naturaleza Sangre. Version lenta pero igualmente irascible, mientra Fito gritaba Devoraaandonos! Una camiseta blanca con sangre que se le escurria por los lados le aterrizo en la cara, quito las manos de la guitarra, tomo con furia la camiseta y la arrojo al publico, termino la cancion y articulo contra el microfono: Si me llego a cruzar con el cabron que me tiro la remera en la cara, lo cago a trompadas.

Volvio entonces a los ochenta, al 87', volvio al disco denso, volvio a Ciudad de Pobres Corazones, se puso de pie, solitario contra el microfono, anuncio una version nueva de una cancion vieja, Los Killer Burritos detonaron los primeros visos de Ambar Violeta, solo cuando se va, solo cuando no esta en esto amor, le hace bien, meterse en su laberinto, carrusel. Puro Jazz, un solo de guitarra de Di Mauricio, dio cuenta del gran trabajo que Fito habia llevado con la banda, habia escucha, hace mucho tiempo, Fito no lograba compenetrarse tan bien con una banda, como lo ha hecho con Coki y los Killer Burritos. Quiza desde "Mi vida con ellas" a comienzos del 2004.

Regreso al piano, se sento con una mano en el sintetizador y la otra en el piano, sonrio y dijo -vamos a tocar ehh... Track Track-, siguio repartiendo musica, siguio envuelto en el 87', cobijado por su album mas oscuro, Ya no existen lazos, todas las miserias y toda la verdad, dame tu amor, solo tu amor. Termino noble, entregandose a una ciudad que lo acariciaba con gritos.

Inteligente, salto hasta su ultimo disco, Rodolfo, canto El cuarto de al lado, Yo creo en el amor a traves de los años, sofisticado y talentoso, , La musica es la reina madre y ya no se hable mas. Silencio que ha llegado ella con sus balas y flores.

Fito entretejia un recital armonico, melodioso, que se debatia entre el violento sonido de fines de los ochenta y el dulce aroma del piano de sus ultimos trabajos en el fin apocaliptico de la primera decada del nuevo siglo. Sin embargo, el publico esperaba ansioso el rock alegre que lo popularizo en los noventa, el Rock vivo que internacionalizo a un artista joven que tocaba el piano en los bares y en los conciertos de Charly, de espaldas, apoteosico, bestial.

Descarrilo a la multitud cuando toco Trafico por Katmandu, descontrolado, Que desde andetro no me puedo mover, hice un agujero en una inmensa pared. El disco que lo habia traido a Colombia por primera vez, lo ovacionaba mas de quince años despues, El amor despues del amor, sono agresivo, belico, funesto. Despues se levanto, con el vaso de whisky en la mano, brindo por Colombia, un pais que lo trata muy bien siempre, segun afirmo el mismo.

Se sento en los teclados y anuncio temas de Abre, el pueblo se emociono, desmesurado, sonaron las guitarras entonando amablemente Dos en la Ciudad, Que ingenuidad no era una boba, era el mismo monto Sinai, fuimos ella y yo dos en Bogota, ovacion general. Termino y sin previo anuncio prendio el escenario con lo que muchos han llamdo su declaracion de principios, que el prefiere llamar declaracion de finales: Al lado del Camino, el coliseo estallo en gritos y coreo junto al musico argentino la larga letra, el piano estremecia los oidos de los que escuchabamos con emocion y las lagrimas entonces se apoderaron de muchos de nosotros, los presentes, las gargantas quebradas dieron alaridos de locura Yo puse las canciones en tu walkman, el tiempo a mi me puso algunos años.

Yo era un pibe triste y encantado de Beatles, Rolling Stones, Charly Garcia. (Aplausos)

El coliseo se reventaba en aplausos y el rockero de canas gafas se puso de pie y dijo - Los dejo con mi grupo de Rock favorito, Coki y los Killer Burritos -, Se metio tras los telones y los cuatro mechudos que quedaron se miraron entre si, hallandose ante un publico posiblemente hostil ante la salida de su idolo, sin embargo Coki tomo su guitarra y el microfono y nos anuncion -ehh, bueno, vamos a tocar dos temas nuestros, el primero se llama Perfume y el otro se llama La Tormenta, si les gusta que bueno, si no cagada-. Cantaban un rock rapido, pesadito, sonaban bien. El publico respondio, en mi humilde opinion deberian experimentar con metales, alguna trompeta o algun saxo, eso les daria un sonido Rollinestonizado que quiza resulte interesante.

Despues de los dos temas, toda la banda entro tras bambalinas, Coki Debernardi presento a Fito diciendo -Los dejo con el hombre del piano-. Rodolfo salio al escenario, encorbatado y muy serio anticipo que para esta parte del concierto se iba a poner muy elegante, gruño para el microfono: Un pequeño Intermezzo.

Sentose en el piano, paso la pagina de la lista de canciones, y empezo: La Sabiduria llega, cuando no nos sirve para nada, no se puede evitar, y todo lo que pasa conviene. Si es Amor, nuevamente Fito traia a escena Rodolfo, solo con su piano, se escuchaba noble, desafinaba en ocaciones, no tanto, pero desafinaba bien, sonaba sincero. Como que ya no le importaba desafinar, como que lo que importaba ahora era cantar.

Le regalaria despues al auditorio, un retorno aliviador a los comienzos, tambien solo al piano toco Cable a Tierra, esa cancion de Giros, que escribio para Charly Garcia, si estas entre volver y no volver, si ya metiste demasiado en tu nariz, si estas como, cegado de poder, pegate un cable a tierra. Improviso un poco al final de la cancion y sin detener el piano sorteo magistralmente Brillante Sobre el Mic, el tema de El amor despues del amor, veria como nuestras lagrimas se escurrian tibiamente por nuestras mejillas, mientras coreabamos intensamente Recuerdos que no voy a olvidar. Mientras vos, mientras vos, mientras vos, mientras vos JUGAS!!!

Fito toco tres temas solo al piano, pero no solo toco tres temas, toco tres decadas repletas de sonidos que enmarcaron juventudes, toco los ochenta, y si tu corazon ya no va mas, toco los acelerados noventa, Aromas que me quiero llevar, y toco el siglo XXI, Cuando vos querias un abrazo yo queria emborracharme con los flacos en el bar. Cuando yo queria la rutina vos decias quiero aire, necesito libertad. Fito toco los miles de corazones que escuchaban expectantes, almas que cargaban los discos a sus espaldas, oidos que se volvian sordos, la musica es mi chica caprichosa que cuando no toco el piano, me manda al infierno.

Sumbaron nuevamente en el escenario los Killer Burritos, vino una version como a Balada de 11 y 6, nuevamente Giros, nuevamente ochentas, nuevamente el pueblo enloquecido. Al terminar, anuncio una cancion vieja, nos transporto al año de mil nueve ochenta y ocho, cancion de Ey!, que fue inspirada en un cuento de Charles Bukowski "La chica mas guapa de la ciudad", una pelada bonita que se corto la cara en un bar de la ciudad. Bajo por el callejon, en donde estaba el, despues vomito ese ron, manchando la pared. Polaroid de la locura Ordinaria.

Despues dijo que me amaba y se hundio la Gillete.

Fito se mantuvo en los ochenta, decada que gozo con las aberraciones protagonistas en su adolescencia tardia, e incluso vigente, mejor, que considero vigente despues de la noche de ayer. Tomo otra vez su guitarra e inundo el escenario con Ciudad de Pobres Corazones, 1987, violento, revento de furia y rabia el escenario negro que se estremecia en cada grito, No quiero empezar a pensar, quien puso la hierba en el viejo cajon, La cancion terminaba como es costumbre con el caotico estruendo de los platillos en la bateria, con el solo desesperado de la guitara electrica, y Fito revolotenado con la guitarra por todo el escenario, antes de dar la estocada final con el grito agonizante de En esta puta ciudad!, Fito se descolgo la guitarra y la arrojo a un lado del escenario donde la recibio un tipo gordo del Staff, que seguramente sudo frio cuando vio la Gibson Les Paul, volando como paloma por los aires.

Fito se apodero nuevamente del piano que le daba la espalda a la multitud, se sento apoderado de una ire como de satisfaccion, casi monarquico, como no, si era el dueño del lugar. Dio tres notas en el piano y estallo A Rodar mi Vida, la cancion que cierra su disco mas escuchado, El amor despues del amor, Se me hacia tarde, ya me iba, siempre se hace tarde en Bogota, cuando me di cuenta estaba vivo, vivo para siempre y de verdad.

Hoy compre revistas en el centro, no pensaba en nada, en nada mas.

Cerro magico, gigantesco, tan inmortal como inmoral. Chau hasta mañana.

Dijo Gracias Bogota fue una noche maravillosa, se despidio y salio caminando con la banda. La gente, comenzo a llamarlo, a alentarlo, a hacerle aguante, y se escuchaban resonar contra las paredes de concreto del coliseo coros multitudinarios que entonaban sin mesura Ole, ole, ole, ole, Fito! fito!

Pasada una espera de diez minutos, los telones vomitaron nuevamente a Fito Paez, acompañado por lo que el llama como casi su banda. Se paro en proscenio solo, vestia ahora un jean, unos tenis y un saco con una capota que se le regaba por la espalda, los anteojos le saltaban en la cara, parecia un jovencito desenfrenado y burlon, esa imagen fue a mi opinion la mas grata y especial que nos brindo en la noche, logro cantar con la elegancia de un tipo que sienta solo a un piano en la mitad de un concierto de rock y logra conmover cientos de corazones que previamente habia acelerado desenfrenadamente, para despues, regalarse la comodidad de un adolescente y salir desordenado a cerrar el vertiginoso recital. La banda entonaba una armonia suave, dulcecita, noventera, alegre, optimista, Un Vestido y Un amor, Fito regresaba al escenario, otra vez con El Amor despues del Amor. Canto y fue apoyado por las gargantas del pueblo que lo acompañaban en su melodia, llegado un momento silencio su voz que lideraba en el microfono y permitio que la gente que el convoco continuara guiando su melodia, llevandola por los anchos caminos de aire con forma de sonido hermoso que se entibiaba entre las miles de personas que observaban felices el concierto de un rosarino.

Y yo simplemente te vi, despues me fui, y yo te ame, en Bogota.

Finalizando el tema, no le temblo la voz para sembrar un grito de ay! ay! ay! como de ranchera mexicana, con sabor a guacamole y a picante rojo.

Llegaria entonces Euforia, cuando volvio a devorarse ese piano con Dar es dar. Cuando estoy perdido un poco loco por ahi, siempre ahi alguien con tus ojos esperandome hasta el fin. Fito repartio las cartas por encima del piano mientras subia decidido una colina de acordes precisos con su mano izquierda en el piano. Dar y amar, gracias nena por tu vida una vez mas.

Vendria el ultimo tema de la noche, el que cerraria un concierto emocionante, la cancion convertida en himno por mas de una generacion de jovenes, jovenes que se debatian, y se debaten entre los rusticos abismos del futbol, las drogas, y la musica que cataliza sus agigantadas sensaciones, volviendolas aire, sudor y lagrimas. Mariposa Tecnicolor, lo unico de Circo Beat el album que lo reafirmo en su "internacionalizacion". Sono durisimo, casi se caen las graderias del viejo coliseo, en parte gracias a la envidiosa difusion de esa cancion entre la juventud modernizada y la radio colombiana que suele profundizar poco o nada en los artistas que sintoniza en parte por las condiciones comerciales que la hacen dependiente del rating y de las propagandas de las ferias de brasier y solo cucos.

Vino la venia y la verdadera despedida un publico agradecido con lagrimas en los ojos lo ovaciono con alegria, el sonrio y tiro besos, mientras la lluvia de camisetas azotaba el escenario, Fito agarro dos camisetas que volaron por los aires, y se escondio tras el telon que lo cubria, Coki Debernardi fue el ultimo en abandonar el escenario, a su salida tomo una bandera de Colombia que Fito habia recogido del piso cuando algun fanatico la arrojo al escenario y se la coloco en la espalda, levanto la mano y se despidio agradecido con un publico que lo ovaciono nuevamente.

Fito resumio durante su concierto, la simpleza con la que miles de almas comulgaron en un comun detonante una noche de Sabado trece en un coliseo cubierto que se presto para registrar una cita con la musica, con los origenes de la precocidad que antes me habian encontrado en forma de Cd, rodando innparable en el equipo de sonido, una noche con una botella de Ron en la mano, desfalleciendo noblemente a los catorce años, porque ya que me preguntas te dire que se lo que es tener catroce años y estar muerto.

Es una noche fabulosa, es hermoso lo que esta pasando con la musica, pero dejemos que suceda, que fluya, para que mas palabras.

Fito Paez, 13-12-2008

Bogota

... Si los camioneros no llevan hasta donde va.

Con la 22 en bolsillo de papel de armar.

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