miércoles, enero 20, 2010

Como conseguir, chicas

Anoche no había guita, pero todos queríamos tomarnos algo, surgió eso de ir al Carulla y adquirir mediante-ilegales-artimañas el deseado alcohol, seis, siete cuadras, normalmente me hubiera retractado del plan y hubiera buscado refugio en Seru Giran sonando en mi cama, mientras me profundizo entre el desorden. Pero esta vez, ante la idea, un cuento de Conan Doyle se estremeció con ansias adentro de mi mochila, recién había leído yo LOS CRIMENES DE LA CALLE MORGUE de Poe, tenía esa sensación de anticiparse al mundo aun vigente, Sherlock Holmes dando vueltas y vueltas en mi cabeza.
Ya esta, necesitamos jugar con la percepción, distraer la atención, entramos Juanes y yo, cogimos una cerveza, media de aguardiente y fuimos hasta las frituras, allí dejamos la botella, compramos la cerveza, las frituras las devolvimos a último momento por su alto precio, entro Álvaro y después entro Felipe directo al chorro, claro, el celita siempre le pega el ojo a la gente que se acerca al trago, pero la media ya estaba en las frituras, Álvaro compro algún chicle y la saco con facilidad entre sus pantalones, nos alcoholizamos y fue gratificante sentir que sigue siendo tan fácil irrumpir mediante-ilegales-artimañas la falta de guita.

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