domingo, enero 17, 2010

De desagradecer en cada lugar del mundo.
Agotarse los momentos como el papel vuelto ceniza, humo que guarda en nuestra exhalación cierto descontento, cierta ironía, gritos que se resisten a corromperse, todos guardan siempre alguna recóndita gana de caminar hacia atrás, cada cual se refugia en un vicio, les gusta guardar con metódica paciencia la remota posibilidad de volarse la cabeza, les agrada morir de a poco, su adicción: la mesura.
Tan solo los jóvenes podremos refugiarnos en el desenfreno, tan solos. Humo que me quiebra, humo para quebrarte, humo y morir, fumar nos mata, nos aleja un poco de aquí. Ya no se puede fumar bajo techo. Abre la ventana, estas cuatro van a dejar de ser paredes.

…Ni me limpiare los pies, algún día daré el DAVIDZAZO!


La ceniza del papel no se detiene, otra vez el tiempo ¿otra vez? ¡Siempre! Tic, feliz año, tac, y las velitas y los deseos, ¡los deseos! Aparentan, lo celebran, hacen como si les alegrara el paso del tiempo, se ponen contentos, pero en el fondo se consumen, gota a gota, caminan cada día más lento, nunca vuelven a correr ¿Qué hacen? Gritan cada día mas duro a niños como a animales y a animales como a niños.

Andan sosteniéndose de la barandilla en la escalera, de los bastones. Pretenden ansiosos organizarlo todo, van llenando de títulos las cosas del mundo. Cajones, compartimientos para agrupar, instituciones que repiten mecánicas –Por favor, baje la mirada joven ante esto de la uniformidad-.

Se ocupan y clasifican.

Aguardan desde su monótona estabilidad, esperando que el sol salga cada mañana.

“Lo “burgués”, pues, como un estado siempre latente dentro de lo humano, no es otra cosa que el ensayo de una compensación, que el afán de un término medio de avenencia entre los numerosos extremos y dilemas contrapuestos de la humana conducta.”Hermann Hess, Tractat del Lobo Estepario

Sufrir los pormenores de una vejez acechante a cada segundo detrás del espejo, pretender sortear un equilibrio para morir abrigados de comodidades y conservar aun (pues en ellos reposan la pasión y compasión por la “gente en general”) cierto fragmento temporal del día, momento de vil galantería que acapara con autoridad desayuno y almuerzo hasta las tres, fracción de tiempo que goza la sociedad pues las cosas se hacen imperceptibles, la agenda adulta se hace cargo de las cosas con tal sencilla naturalidad que la gente pareciera disfrutar de la rutina.

A manera de resistencia surge la misantropía ahora inmensamente apetecida, tomamos la decisión de odiar por anticipado a la humanidad, pero el “ODIAR” se hace niño, pureza enaltecida ante la sensación vuelta calor por el cuerpo, cuerpo que odia, odiar hermoso, nos mostraremos incapaces de “odiar” la adultez, pues consideramos pura y eternamente juvenil esta sangre del cuerpo que se aferra a odiar, a la vez, surge algún sentimiento de venganza lejano que también tendrá que ver con la escuela.
Este momento del día, el momento clímax de las relaciones-sociales, se da gracias a la prudente aislación de cierto elemento que de no ser apartado del diario convivir, definitivamente interferiría con el orden común y el normal desarrollo de las cosas. Elemento maldito de hablar altanero y desmedido, que se encierra en las escuelas mientras la gente cambia dinero por más dinero: Infame niñez.

Periodo de vida del cual datan los primeros recuerdos, iniciado al dejar de depender por completo del seno materno, asociado con el punto en el cual “se debe impartir crianza”, comienza en la niñez, un proceso paulatino de adaptación irreversible a la sociedad, dependerán.

Mediante determinados procesos educativos se inserta al sujeto en el sistema social, su naturaleza hipersensible no conoce prejuicios, los niños no niegan, su espíritu juguetón y la noción de que el mundo es un objeto susceptible de ser chupado, les permitirán acercarse a las diversas formas de castración que imparte a diario la adultez, pues en ella reposa una conciencia social alertándolos de que los niños deben ser instruidos.

Se toma masivamente la decisión de formar la niñez, sus creencias, sus vestiduras, su forma de caminar y las cosas que terminaran fumando, se hacen decisiones adultas, que el niño no tomara hasta que su proceso de adulteración no sea llevado a cabo, cuando este sea integrado correctamente a la sociedad, iniciara su lenta y tortuosa decadencia y buscara formas de formar, pues el ya habrá sido formado.


DE FORMAR


Formar, adaptar a un molde especifico, reducir corporalmente para adecuar la entrada al organizado mundo laboral, grita y castiga ante nosotros ya la uniformidad, que abarca a sus anchas instituciones enteras. Formar en la escuela, es dar nacimiento al caudal de la sociedad, ente comercial, pero la escuela no anda sola, la tele suena en las tardes enseñándonos a comprarlo todo. Forman sujetos irrisoriamente idénticos, les dan la idea del progreso y el reto de escalar a arañazos la pirámide social, hacer amplio su poder de adquisición, su objetivo se vuelve entonces adquirir dinero, al precio que sea.

Lo cambiaria todo, por un poco mas.
M.B.

Forman sujetos que trabajen y que gasten, forman imágenes, identidades que se relacionan e intercambian características, dan posibilidades de sobrevivir en la cultura. Formar se hace más cómodo y efectivo cuando al acto de “formar” agregamos uno cuyas características se sientan en la destrucción del potencial que no se encamina hacia el molde específico: “castrar”, expulsar por la fuerza las características del sujeto que no son impartidas por la escuela.

Formar castrando.


Instrucciones para ser un buen Formador>
• Deténgase en la puerta y bloquee el paso, dé algunas instrucciones en la puerta y después permita el paso de la masa, tendrán la sensación de que son observados y se harán vulnerables ante su autoridad.
• Recuerde debe mantener siempre el sentido de autoridad, es mejor cortar con los malos elementos de entrada. Debe estar atento a veces conversan entre si, y cuando lo hacen se pierde su sentido de autoridad, quizá planean algo terrible en su contra, procure gritarlos y reprenderlos mirándolos fijos a los ojos, haga que esas miradas se caigan al suelo, destrúyalos, haga que sus silencios duelan.
• Ojo, también debe sospechar del silencio, arma mortal. Cuando perciba un largo rato de silencio, observe entre la masa algún elemento y dele un escarmiento para mantener la autoridad, sea humillativo, racista, elitista, procure dejar en claro quién tiene la razón, quien tiene los argumentos.
• Los comportamientos que salen de lo normal destruirán el sentido de autoridad que ostenta, debe castrarlos inmediatamente, insistir encarnizadamente hasta obtener los resultados, ningún elemento conservara un comportamiento indebido si se aplican los correctivos severamente y con perseverancia, si se da por vencido en la castración de algún elemento no estará siendo sensato ni tendrá conciencia de su profesión como formador.
• Nunca lo dude, la masa erraba sin sentido por los pasillos de la ignorancia hasta que llego a este lugar, en este lugar cambiaran sus vidas, en este lugar se les encarrilara por el buen camino, que es el único camino que existe para nuestra institución.
• Procure la formación de una masa uniforme sin partículas que se aíslen del resto. Tenga el control, no se muestre nervioso o de lo contrario será devorado, la sartén por el mango, dominio de la masa, usted deberá mantener el principio jerárquico, no admitirá sublevaciones ni faltas a su intelecto, si surgen dudas que amenazan las fronteras de lo que conoce, esquive el tema, no queremos masas que controlen a quien debería controlarlos. ¡La sartén por el mango! Recuerde.
• La Escuela triunfó porque pudo formar mas masivamente que cualquier otro medio, triunfó porque abarca, usted es responsable directo de mantenerla. Triunfó por su capacidad de destrucción, al igual que la bomba atómica, se hizo un lugar en el mundo pues podía quebrar mas mentes que ninguna otra cosa, trunque un poco el proceso de la masa, es bueno que sientan que dependen de usted para formarse.
• Siempre dé muchas instrucciones, logre la sensación de que sin ellas no hallaran el rumbo. NO le dé importancia a la forma inicial de la masa, a medida de que se castren las desigualdades podrá obtener una masa adecuada.
• Si algo se sale de control, hay una palabra que sirve en cualquier momento: ¡No!, usted tiene la ventaja, no desespere, tiene usted el tiempo, el espacio, usted decide por las vejigas. ¡Usted es el formador!


Al “formar” el objeto que arriba al encuentro en calidad de estudiante, es considerado amorfo, sin forma. Cualquier forma previa que posea será considerada una deformación, se castra para impedir deformaciones de carácter.



Todos tienes cosas atrás, a todos el pensamiento se les ha amarrado en algún rincón de la infinita incomprensión humana, todos tienen formas, todos juzgan. ¿Qué le hace creer al hombre del gran escritorio que su forma es más valida que la de los niños? ¿Sus títulos? No cede, es adulto.

El anterior representa un ejercicio de sobrevaloración del pensamiento adulto, los adultos controlan también las relaciones jerárquicas del conocimiento, en la escuela adulta el conocimiento solo fluye en una vía, el encuentro mediante el cual se pretende algún aprendizaje está regido por una relación autoritaria y discrimina una de las partes: la de niños, que curioso.

El ejercicio de la mera educación no surge de una confrontación de pares, sino que se presenta en un modo desigual y parcial, la sociedad nace en el seno de la imposición, regir los comportamientos bloqueando el cuerpo y las acciones instintivas, alejándonos de la peligrosa animalidad.
En la escuela quieren formar gente que salga predispuesta a envejecer.
Nunca lo logran con todos…

1 comentario:

Anónimo dijo...

El perseguidor-Julio Cortazar