jueves, noviembre 06, 2008

Los Mordiscos/Gritos de las Leches Explovivas

Santiago Flores comenzo a comer dinamita como a mediados de Noviembre, era bizco y tenia un ojo perdido que se le iba de para atras, a punto de salir a vacaciones de navidad, se iba solo, compraba una Bretaña en botella y subía caminando al bosque, nosotros lo veíamos atravesando la cancha de fútbol, como con una mirada de satisfacción, nosotros jugábamos fútbol todas las tardes con un balón que nos encontramos en el techo del coliseo. San Bartolo tiene un coliseo que nadie sabe como se llama, una vez yo entre al coliseo solo y se oían risas y gritos de recreo, que se quedaban atrapados en los baños e iban saliendo poco a poco, pensé que seria muy fea la vida de un grito, nace esplendido y a todo pulmón, nace de una fuerte emoción, nace de un orgasmo contenido, como los hombres, pero después se estrella contra las paredes y confunde su dirección, y también confunde su sonido, el grito en si se confunde, como los hombres, y después se va desvaneciendo poco a poco hasta que es inaudible y despreciable, como un envejecer inútil que va a parar en la desaparición total de lo que alguna vez fue un emotivo grito, como los hombres, seria muy oportuno que un grito desapareciera cuando esta en su máximo punto de explosión, cuando estalla contra la pared y revienta el aire alrededor, oír los ecos de los gritos que quedan por ahí, es como ir al colegio y ver un montón de niños envejecidos, que triste y que decepcionante.
Quizá los gritos deberían implementar un poco mas los suicidios juveniles.
Llegara un día en que los gritos desesperados comiencen a gritar sin descanso, y no va a haber silencio alguno que respeten, seria tenaz que todos los ecos recuperaran sus fuerzas y volvieran a gritar como lo hicieron cuando nacieron, de las bocas de pelados contentos que corren en masa tras un balón que una vez apareció misteriosamente luego de una tormenta, en el techo del colegio.
Nunca supimos porque fue que le dio por comer dinamita con Bretaña, hablabamos poco con el, el hablaba solo en clase de Historia, y siempre decia que el mundo se iba a saturar de pendejadas que ya habian pasado. Nadie le prestaba mucha atencion, se la pasaba leyendo comics de Condorito y de Calvin and Hobbes, solo jugo futbol con nosotros una vez, en clase de Educacion Fisica, el primer pase que le tiraron se puso como loco y comenzo a morder el balon, entonces llego el Flaco Escobar y le metio una patada en la cara, le dijo que por imbecil, que porque le da por tirarse el partido, Santiago Flores se levanto todo ensangretado y sonriente, nos miro a todos perplejos y se echo a reir en el pasto. Supongo que era porque para el reir era como gritar con la panza.Con el unico que Santiago Flores hablo largo una tarde fue con el costeño, cuando recien habia llegado de Santa Marta y hablaba con todos, por los dias en que probamos La Dorada. Se fueron ambos al Patio de Perros, cuando todavia habia perros, llegaron como una hora tarde a Matematicas, entre Juan Ca "Zorrilla" y yo le preguntamos al costeño que que era lo que tenia ese pelado. El costeño nos dijo, que lo que tenia era una indesicion impresionante acerca de hacia donde mirar cuando se quedaba quieto. Por eso caminaba, para perder la mirada, para no tener que decidir hacia donde mirar, a lo mejor por eso fue que comenzo a comer dinamita con Bretaña en los recreos.
Nadie le reprocho que tuviera sus mañas aquellas con lo que comia y hacia donde mirara, pero las cosas se pusieron feas cuando comenzo a eruptar, el primer erupto fue en clase de Ingles, sono durisimo, un erupto como de menitras y comenzo a oler polvora en todo el salon, primero fue extraño, chistoso, despues fue normal, se comenzo a tornar desesperante cuando Santiago Flores eruptaba cada quince minutos, el olor se mantenia con el curso y ya era molesto andar oliendo polvora desde las siete de la mañana, los que se iban en la ruta con el, llegaban a quejarse con el Padre Rector, pero un viejo cura tiene cosas mas importantes en las que pensar que en un peladito bizarro que come dinamita.
Pasaron las semanas y cada vez los eruptos eran mas seguidos, eruptaba cada cinco minutos, luego cuatro, y asi progresivamente hasta que andaba eruptando cada diez segundos y todo el edificio se inundaba de un pestilente olor a polvora.
En plenos examenes finales, un tres de Diciembre, Santiago Flores salio de clase de Historia sin pedir permiso, recien habia eruptado uno de sus continuos eruptos, dicen que se paro y camino por el pasillo hasta el baño, se miro al espejo y vio su mirada insegura que no sabia para donde mirar, miro su ojo perdido con el otro ojo, el bueno. Abrio un cubiculo y se metio un lapiz por la garganta, vomito y vomito un liquido rojo que no era sangre, parecia como una leche rojiza.
Como una mezcla de sangre, leche y babas.
El vomito rebaso el inodoro y se formaron charcos del liquido en el baño, el pasillo quedo impregnado por un olor a dinamita, entonces Santiago Flores, en su primitivo estado vomitivo y palido, decidio, o mejor, ya lo habia decidido desde hace mucho tiempo, desde que subio por primera vez al bosque con dinamita y bretaña, desde que mordio el balon y el Flaco Escobar le clavo la punta del pie en medio de los ojos y se echo a reir, desde todo ese tiempo habia pensado este dia, era su necesidad, su apocalipsis. Encendio el cerillo y lo boto al inodoro y se volo cesos y pensamientos, hizo volar el baño y dejo el pasillo enegrecido y con un intenso olor a dinamita, sangre, leche y babas.
Antes de la explosion resono un grito: ROOOMPAN TOOODO!
Salimos corriendo al baño y se pararon las clases por una semana, a Santiago Flores nadie lo lloro y nadie lo extraño, dicen que encontraron en el bosque, cerca de quinientas botellas de Bretaña vacia.
No dejaron nunca mas que nadie entrara en ese baño, que todavia debe tener cierto olor a dinamita, como estabamos acostumbrados a que oliera cuando Santiago Flores eruptaba en clases.
Ese dia baje caminando despacito por la quinta hacia el centro, mirando a mi alrededor, habia un silencio ensordecedor que me reventaba la cabeza, en la calle 26a, la que sube a la "Distri" habia un camion volteado, decia Alpina, toda la calle estaba llena de gente y de bolsas de leche regadas, las personas entraban en panico y una peladita bonita estaba llamando a una ambulancia, le decia que hay un señora herida, inconsciente, a la señora yo no la vi, habia mucha gente alrededor del camion, chorritos de leche regandose desde la calle hasta la alcantarilla del semaforo.
Fue entonces cuando vi, saliendo por un vidrio roto del camion, una rayita de sangre deslizandose por el piso, un policia comenzo a alejar a los que estaban mas cerca, decia que habia un muerto, yo me mantenia concentrado mirando el pequeño rio de sangre que bajaba dando curvas por la calle empinada, la sangre desvio repentinamente su camino y comenzo a acercarse a mi, en mis pies habia un charco de leche estatico, que sensacion tan agobiante, cuando la sangre rodo hasta la leche y se mezclaron en una armonia perfecta que dejo una liquido rojizo a mis pies, lo mire fijamente y me entraron unas intensas ganas de escupir, asi que deje resbalar un poquito de saliva por entre mis labios, cuando la saliva cayo y se mezclo con la leche y la sangre, senti un luto incesante que me recorrio la columna vertebral desde las caderas hasta la nuca, senti como si un ojo comenzara a desorbitarse del panorama, veia las cosas dos veces, dos camiones, dos liquiditos rojizos en mis cuatro pies, entonces perdi control sobre hacia donde miraba, y la desesperacion me obligo a salir corriendo, tenia que moverme para no perder la poca paciencia que todavia tenia en mi cabeza, llegue a mi casa y me acoste temprano, queriendo olvidar ese extraño dia, pero ya era tarde, paso poco tiempo desde que comenze a comprar canastas de Bretaña con la excusa de mi dolorosa pesadez estomacal, comenze a oir gritos de personas, y despues el grito de Santiago Flores, rompan todo, compre cajas ilegales de polvora, voladores, explosivos, silencios largos y desesperantes, recreos perdidos subiendo al bosque a comer dinamita, juegas futbol?
Supe que todo estaba perdido cuando en mitad del partido, me aslataron unas ganas incontrola bles de tirarme al pasto y morder el balon. Ese dia me contuve, quien sabe hasta cuando pueda contenerme antes de forzar y abrir el candado del baño que volo, cuando prendio su vomito lleno de dinamita y le echo encima un cerillo.
Yo si pense que iban a pasar cosas muy extraas cuando vi que Santiago Flores comenzo a comer dinamita.
La necesidad de extinguir un grito antes de que el decadente mundo de los ecos se apoderen de el y lo lleven a un lento y aburrido final.
Rompan todo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

que necesito escapar del purgatorio de sobrevivir...
hasta el año dos, hasta el año dos mil... hasta el año dos mil veinticinco.