domingo, noviembre 02, 2008

La Divina Tragedia, Canto III - "Oda a la Desmesura"

No jugar a arrojarse, arrojarse mi amor.


Huele a pasto húmedo. Tu cadáver, las moscas y el enterrador. El ataúd oscuro como una noche completamente desentendida de la cordura. Insoportable.
Ventajas a corto y mediano plazo de un suicidio premeditado desde los catorce años.

Sensacion indescifrable de la muerte que acecha, porque es mujer y nunca se te sale de la cabeza, como una resaca interminable, y saber que te llega por la espalda, cobarde, segura de su victoria sobre tu mortalidad.

Cobardía y pereza, virtudes que modulan la sabiduría. El mundo fue hecho para las responsabilidades y los puntuales, por eso los cobardes y perezosos viven mucho mejor. El cobarde no es cobarde por miedo a la valentía, sino por aburrimiento. Los cobardes se aburrieron con el tiempo de la valentía, la olvidaron y dejaron de practicarla porque ella es envidiosa y terca.

Los superhombres de Nietzche, los rubios de Hitler, los héroes de Grecia, los triunfadores del siglo XXI, todos un mismo ideal de hombre estúpido y sacrificado, hombres responsables, valerosos, hombres que cambian el curso de la historia, una historia llena de anécdotas de reunión con las tías los domingos por la tarde. Nada mas triste que un domingo por la tarde y lloviznando.

El mundo, aunque secretamente ha sido dominado desde el principio de los tiempos por los vagos, los altaneros, los mentirosos, los que son perdonados en Grecia, los que protagonizan comedias insensatas y no trascendentales tragedias. Los excesos y el descontrol, Safo y sus muchachas hermosas. Las prostitutas de Jerusalén, las mujeres que se acostaron con el hijo de Dios, feminidad insana, adicta a las adicciones, feminidad sensible, inyectada, Edith Piaf, carreteras de vida sin semáforos rojos, en bicicleta, no en carro, sin gasolina, Janis Joplin, la gasolina no la tomamos, Afrodita, el fuego de quinientos cerillos, lo oscuro de catorce dioses, la impureza de la Virgen del Carmen, no Venus, fumas?, la zona de tolerancia, la mentira.

Lo femenino es lo mejorcito que hay en el mundo, yo me caso con lo femenino, con ellas, no me caso contigo, me caso contigo y con todas ellas.
La guitarra, la música del demonio,
las medallas, la escalera, la reina y la pasajera.
La locura, la tristeza, la tormenta y la crudeza.
No el respeto, ni el sol ni su calor.
Si la luna, la explosión y la tortura.
Femeninos exquisitos y encendidos,
rendijas de miel como lluvias de olvido,
pedazos de piel y barriles de vino.
Si por ellas doy la vida,
puede que tengan razón, pero si piden mi vida,
las quemo a todas al tiempo, para ocultarme del miedo,
solo porque es un varón,
y comulgar con sus cuerpos, por mi vida a ellas doy.
Pues mi vida, no es mi vida, sino la vida sin fin.
La vida de los adictos y los clientes del azar.
La vida de los nuestros, no la vida de Dios,
las olas de los excesos, tu dedo que tapa el sol.
Las mujeres de los presos, las viudas y su martirio.
Tu señora en mi sillón.
lector, lector, lector.

La historia con su intensa gana de preservar las cosas, no recordándolas como se recuerda un beso, sino estancándolas, como un rió con un árbol caída que no lo deja seguir, la horrible maldición de la memoria.

Todos brindan por la memoria, pero yo peleo por el olvido.
Por el mundo de lo relativo, por la inestabilidad,
por el suicidio bestial y con sangre en la cocina de la economía,
del divorcio de la consciencia y la sabiduría,
del cansancio, de lo tonto.
Por el asesinato de lo obvio, por la muerte lógica,
que a dos rotos argentinos,
se les deshizo en la boca.
Por la rima, la mesada y por el fin de la rutina.
Por mi abuela que esta muerte de adicción a la heroína.
El mundo endiablado, llevado de los cabellos, botado por la ventana, el mundo envenenado, ciego por la poesía y desquiciado por las noches y la deshonestidad.
Suicidarse, a la larga, es tomar por sorpresa a la muerte, no dejarla a ella decidir tu cita, ponértela tu, divinizar la adolescencia, poner en practica el sueño dorado.
EL PROBLEMA.

Aquiles, prefieres un muerte eterna de gloria o una vida larga de felicidad?

El héroe griego prefirió la muerte con gloria.
Pero el mundo nunca fue de los héroes griegos, el mundo fue de los sufrimientos, de los antihéroes, de los esclavos, de los drogadictos, de los desmesurados, de los tercos. El creador del mundo no pudo ser alguien inocente, tuvo que ser ambicioso, desleal.
No es que Dios no baje a ayudarnos porque no exista.
Es que esta distraido, se le olvido nuestro mundo, se fue de farra, o esta caído de la borrachera esperando a que todos la estemos pasando tan bueno como el.
Por eso es que los números nunca podrán llegar a concretarse, ellos perdieron el tiempo buscándole un orden a la existencia, las letras se quedaron hablando y nunca definieron en que orden quedarían definitivamente, el maldito alfabeto es una gran mentira, por eso pueden andar desordenándose por ahí, escribiendo cosas que ni siquiera tienen sentido. Ebrias de desmesura, felices. Pelida imbécil. Pelada bonita, te duermes conmigo?
Huele a pasto humedo.
No es pasto humedo, parece oregano.
Es mate señor Agente.
Que vicio tan desgraciado, prefieren pagar las veinticuatro que entregar la marihuana.

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